Impresiones de Nikoderiko: el heredero de Donkey Kong y Crash Bandicoot
MY.GAMES estrena su nuevo sello de juegos premium, Knights Peak, con Nikoderiko: The Magical World, un plataformas que hemos podido probar.

El gĂ©nero de los juegos de plataformas estĂĄ repleto de rostros conocidos. Es difĂcil no pensar en Mario, en Donkey, en Rayman o en Crash cuando se habla de correr y saltar en un videojuego. Por eso, cuando asistimos a la presentaciĂłn de Knights Peak, la nueva editora de videojuegos de MY.GAMES, nos llamĂł la atenciĂłn que se atrevieran con Nikoderiko, un plataformas desarrollado por VEA Games que quiere abrirse camino en el gĂ©nero este mismo año. Hemos tenido ocasiĂłn de probarlo, y os podemos dar un adelanto de lo que propone este tĂtulo que combina Donkey Kong con Crash Bandicoot en nuestras impresiones de Nikoderiko: The Magical World.
En busca de la reliquia perdida
El planteamiento de Nikoderiko, como cualquier otro tĂtulo del gĂ©nero, es muy simple. Niko y Luna, los protagonistas, encuentran una reliquia oculta en una isla mĂĄgica. Sin embargo, Grimbald, la roba, dejando en peligro tanto el lugar como a todos los habitantes de esta isla. Por supuesto, le toca al jugador ir a la caza del villano y enfrentarse a su organizaciĂłn para recuperar dicha reliquia y salvar a quienes la custodiaban.
En la demo que probamos, que constaba de tres niveles, la historia no va mucho mås allå, ni tampoco lo necesita. Una trama sencilla hace de excusa perfecta para llevar a los protagonistas, con unos diseños que evocan bastante familiaridad, por 7 mundos en los que se promete que habrå un poco de todo. Nuestra sesión de prueba se limitó a uno de ellos, con una toma de contacto que, aunque satisfactoria, no dejaba de mostrarnos elementos que ya nos sonaban de algo.
Hay algo en lo que Nikoderiko no falla y es fundamental para juegos de este tipo: el control. Los protagonistas tienen un abanico de movimientos en el que, aunque no hay un botĂłn para correr, sĂ que tenemos un dash, un salto con pisotĂłn y la posibilidad de coger objetos y lanzarlos. BĂĄsico, pero efectivo, y con una respuesta fina en todo momento. Los enemigos, por otra parte, se ven variados y obligan a abordarlos de formas diferentes: erizos a los que no puedes atacar por la espalda, lagartos pesados que necesitan varios golpes, otros armados a los que no puedes atacar de frente…
Una variedad apreciable tambiĂ©n en el diseño de niveles, con solo tres que ya nos llevaron a bucear, huir de cañonazos de un navĂo volador y explorar unas cuevas tras correr por la selva, y todos con rutas en las que siempre hay sitio para secretos. Aunque lo interesante, principalmente, es cĂłmo Nikoderiko alterna entre las secciones 2D, en las que se juega prĂĄcticamente como un Donkey Kong, y las secciones 3D, en las que saca a relucir su lado mĂĄs Crash Bandicoot.
Tu cara me suena
La alternancia entre ambas secciones fue una de las mĂĄs gratas sorpresas de esta sesiĂłn de juego, ya que obligan a cambiar el chip para pasar de controlar los espacios de la forma habitual en el scroll lateral a gestionar las distancias como en un plataformas 3D. No es excesivamente exigente en ninguno de los dos casos, pero es algo que aporta una frescura necesaria en un tĂtulo que, por el momento, nos resulta demasiado familiar.
Aunque se controla de fĂĄbula ya en esta versiĂłn preliminar, hay cierta sensaciĂłn de que Nikoderiko no se atreve a inventar, sino que busca ser un “Greatest Hits” del gĂ©nero. Por ejemplo, cada nivel estĂĄ repleto de coleccionables y de secretos, entre los que hay que conseguir las letras “NIKO” que hay escondidas, asĂ como unas fases de bonus a las que se accede entrando en una especie de barriles mĂĄgicos. Y eso, por no hablar de ciertos efectos de sonido o incluso de las pequeñas criaturas aladas doradas que se coleccionan.
Nikoderiko parece haber cogido todo lo que funciona para asegurarse de que el tiro a canasta no falle, y por el camino añade pocas cosas de cosecha propia. Hay monturas, por cierto, que son distintos tipos de animales que pueden embestir, atacar a distancia o incluso llegar a lugares antes inaccesibles. Lo mås interesante de estas es que, tras desbloquearlas, puedes invocarlas y elegir entre ellas con pulsar un botón. Una mecånica valiente, porque obliga a plantear con cuidado el diseño de los niveles para que todo funcione.
Y no podemos pasar por alto su apartado audiovisual. A nivel grĂĄfico, como podĂ©is apreciar en las imĂĄgenes, el tĂtulo luce francamente bien. Sentimos mucha curiosidad por saber cĂłmo se verĂĄ en Nintendo Switch, ya que la demo que probamos fue en PC, pero todo funcionaba con solidez y los efectos de luz, los contrastes de color y la direcciĂłn artĂstica general encajan muy bien. Entra por los ojos desde el primer frame, aunque no llega a ser memorable.
Una promesa que puede abrirse hueco
QuizĂĄ ese Ășltimo punto sea lo que nos falta tras esta sesiĂłn de prueba. Nikoderiko: The Magical World se ve bien, se juega bien y suena incluso mejor, la participaciĂłn de David Wise en la banda sonora se nota. Pero, al menos en esta toma de contacto, necesita algo mĂĄs para destacar y conseguir una personalidad propia. La alternancia del 2D y el 3D es interesante, el sistema de “invocaciĂłn” de monturas tambiĂ©n, y tenemos mucha curiosidad por saborear su cooperativo; sin embargo, por ahora falta ese giro de tuerca que diferencia a lo bueno de lo especial.
Es imposible saberlo tan pronto, todo sea dicho. Tres niveles son solo la punta del iceberg, y mĂĄs cuando son solo el comienzo de uno de los siete mundos que han ideado sus creadores. Aun asĂ, hemos vuelto a ellos varias veces por el afĂĄn de completar el 100% en cada uno, y esa es la mejor forma de ver que, como plataformas, funciona y tiene madera para destacar. Ahora, toca esperar al juego completo para ver si esta joven promesa puede abrirse hueco entre los grandes.