El nuevo Yo-Kai Watch es un juego de crear fantasmas que mira a Switch 2: Holy Horror Mansion
Holy Horror Mansion es un ambicioso “Ghost-Crafting RPG”.
DecĂa Level-5 que pronto iba a anunciar el prĂłximo paso de la franquicia Yo-Kai Watch, y asĂ lo ha hecho. AdemĂĄs de ofrecer un nuevo y espectacular vistazo al Profesor Layton y el Nuevo Mundo a Vapor, la compañĂa ha presentado al mundo Holy Horror Mansion, un juego que llega como el nuevo concepto de Yo-Kai Watch y que huele sospechosamente a Nintendo Switch 2.
Con un trĂĄiler de lo mĂĄs marchoso, Holy Horror Mansion nos presenta a Ten Lordland, un joven de buena familia que vive en un edificio conectado al inframundo. En un rincĂłn de su casa, descubre una cĂĄmara que le permite ver a tres fantasmas que le rodean: uno verde, uno azul y uno rosa. Este trĂo es de lo mĂĄs especial, porque es lo que define las mecĂĄnicas principales del juego. Y es que, ademĂĄs de ser unos bailongos, cada uno posee una habilidad Ășnica:
- Fantasma verde (coreografĂas de Santa) – Posee objetos para darles vida.
- Fantasma azul (coreografĂas de Pikotaro) – Crea quimeras combinando objetos (I have a pen, I have an apple…).
- Fantasmas rosas (coreografĂas de Avantgardey) – Crean mundos a partir de objetos.
Bajo esta premisa, el protagonista tiene que enfrentarse a la De Ville Corp, una compañĂa que hace todo lo que sea por ganar dinero, incluso capturar a pobres incautos que caen en sus productos malditos. ÂżY cĂłmo se enfrentarĂĄ? Por lo poco mostrado hasta ahora, con combates por turnos frente a toda clase de espĂritus con los que se cruzarĂĄ tambiĂ©n usando a Cameron, su cĂĄmara fantasma.
Holy Horror Mansion acuña el concepto de “Ghost Crafting RPG” (RPG de CreaciĂłn de Fantasmas) y se presenta como el mayor proyecto cross-media que Level-5 haya hecho jamĂĄs, por lo que es de esperar que con el tiempo se confirme tambiĂ©n un anime y otros productos. Por el momento, el juego carece de fecha de lanzamiento y Level-5 solo ha querido decir que su plataforma de lanzamiento es “secreta”. A buen entendedor…