Esta semana, la Gran N ha lanzado al mundo el inesperado Nintendo Sound Clock Alarmo, un despertador inteligente que registra tu sueño y te ayuda a despertar mejor. Además de lo sorprendente del anuncio, la propuesta también ha pillado a los consumidores a pie cambiado por lo que ofrece. Sin embargo, hay otra gran compañía que ya intentó algo parecido: Amazon con su Halo Rise.

Amazon Halo Rise se lanzó en noviembre de 2022 en Estados Unidos. El despertador y monitor del sueño de Amazon formaba parte de la serie de dispositivos Halo, pensados para mejorar la calidad de vida de las personas. Este producto en concreto se colocaba en la mesita de noche y se encargaba de registrar las horas y calidad de sueño, ofrecer ejercicios de meditación antes de dormir y hacer las veces de reloj despertador. ¿Os suena?

A Amazon también le suena, aunque prefieran olvidarlo. Halo Rise y toda la familia Halo dejaron de recibir soporte el 1 de agosto de 2023. En menos de un año, el gigante canceló todos sus planes. Y lo que es peor, hizo que todos sus dispositivos quedaran inservibles. ¿Por qué? Porque dependían de una conexión a internet para funcionar y, al dejar de tener soporte, se desactivaron los servidores de los que dependían.

¿Qué falló con Amazon Halo y cómo puede evitarlo Nintendo Alarmo?

Son varias las razones que llevaron al fracaso de Halo. La primera y más importante era la total dependencia de internet. Sin una conexión, estos dispositivos no podían hacer nada. Pero más allá de eso, el miedo a perder la privacidad y el tener que pagar una cuota mensual para acceder a todas sus funciones fueron la guinda.

Los dispositivos Halo de Amazon necesitaban que el usuario se hiciera fotos en ropa interior para subirlas a los servidores en la nube y, así, pudieran tener un seguimiento más a medida de hábitos y ejercicio para gozar de una mejor salud. De hecho, toda la información de monitorización del sueño también se almacenaba en servidores. Aunque desde la compañía aseguraban que todos esos datos estaban cifrados, el miedo estaba ahí.

También aprovecharon para ofrecer una suscripción al servicio Halo, con recetas para mantener la línea e incluso analizar la grasa corporal. Un coste adicional para un programa del que se tenían 6 meses gratis al pagar los 140 $ que costaba el Halo Rise. Un extra a pagar solo para este servicio.

La barrera de entrada del precio, las suscripciones, el envío de información personal a servidores y la total dependencia de internet fueron los clavos que cerraron el ataúd de Halo Rise y de todo Amazon Halo. Son, también, los que Nintendo debe evitar con Sound Clock Alarmo. Aunque, como hemos podido ver, la casa de Mario ha sabido esquivar todas esas balas con un aparato que funciona sin conexión a internet, que no requiere suscripciones y que es 40 €/$ más barato.

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