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Análisis de Donkey Kong Bananza para Nintendo Switch 2

Donkey Kong rompiendo los moldes.

Donkey Kong Bananza

Nintendo llevaba años preparando el retorno triunfal de Donkey Kong, y por fin ha llegado su momento. Donkey Kong Bananza se presenta como un reinicio completo, apostando por un concepto radicalmente nuevo y fresco, capaz de atraer tanto a jugadores veteranos como a quienes descubren la saga por primera vez. La espera ha sido larga, pero la recompensa es un juego que sorprende, convence y engancha como pocos lo han hecho.

Lo más especial de esta aventura no es solo su espectacular propuesta, sino la valentía de Nintendo para cambiar totalmente las reglas del juego. Atrás quedaron los clásicos plataformas 3D; ahora toca explorar, romper y descubrir, junto a una nueva coprotagonista que aporta una química entrañable al universo de Donkey Kong. Te contamos en este análisis por qué marca un punto y aparte para la franquicia y convierte a Donkey Kong Bananza en uno de los juegos clave de la historia de Nintendo Switch 2.

Video Análisis de Donkey Kong Bananza para Nintendo Switch 2

El regreso más salvaje

Han pasado más de dos décadas desde que Donkey Kong protagonizara una aventura totalmente nueva. Desde Donkey Kong 64, allá por 1999, el simio no había tenido aventuras 3D tan épicas. Pero Donkey Kong Bananza no solo recupera a uno de los iconos más potentes de la compañía: también lo reinventa por completo, con una aventura en 3D que marca un antes y un después para la saga.

Detrás del desarrollo está el prestigioso equipo responsable de Super Mario Odyssey, el mismo que firmó joyas como Super Mario Galaxy. Un sello de calidad que se nota desde los primeros compases del juego, con una dirección artística exquisita, una jugabilidad refinada y una propuesta que rebosa frescura. Esta vez, Donkey Kong trabaja como minero en Isla Lingote, recolectando unas misteriosas gemas de plátano… hasta que un meteorito hace que la isla colapse y se hunde bajo tierra, llevándose consigo a nuestro protagonista y dando inicio a una nueva odisea.

Allí, en las capas superficiales del planeta, Donkey Kong se encuentra con una aliada inesperada: Pauline. La clásica dama en apuros da un giro radical y se convierte en coprotagonista absoluta, formando con DK una de las duplas más entrañables que hemos visto en años. Su relación recuerda a la de Sully y Boo en Monstruos S.A. o a la de Ralph y Vanellope en Rompe Ralph: un dúo opuesto perfectamente complementario, que rebosa carisma en cada escena. Y lo más importante: esta vez Pauline no ha sido secuestrada. Ella ha elegido acompañar a Donkey Kong en este viaje al núcleo del planeta, cada uno con su propio objetivo. Recuperar sus plátanos y volver a la superficie.

El enfoque narrativo es todo un acierto. Alejándose de los clichés clásicos de Nintendo, Donkey Kong Bananza propone una historia mucho más original, casi como si estuviéramos ante una franquicia nueva. Y sin embargo, no olvida sus raíces: hay guiños a toda la historia del personaje, incluyendo una brillante reinterpretación de los lazos entre Donkey Kong y Pauline, que aquí encuentran su forma más entrañable y amistosa, descubriendo la historia de un personaje que lleva con nosotros, prácticamente, desde los albores de los videojuegos.

En su descenso, nuestros héroes deberán enfrentarse a Void y sus secuaces, una misteriosa corporación que no les pondrá las cosas nada fáciles en su viaje al centro del planeta. Aunque al principio puede parecer un grupo de villanos algo genérico, su desarrollo nos ha terminado sorprendiendo con un elenco lleno de personalidad y algunos giros de guion que elevan la historia al nivel más alto que podrían esperar los jugadores. Estamos convencidos de que los fans, tanto los de siempre como los nuevos, van a recordar este título durante mucho, mucho tiempo.

Donkey Kong Bananza no solo es el gran regreso de DK a los videojuegos: es el primer paso firme de Nintendo para situarlo en el mismo pedestal que Mario, Zelda o Splatoon. Y con este juego, ha empezado con el mejor pie posible.

Un derroche visual solo posible en Switch 2

Donkey Kong Bananza no podría existir en ninguna consola anterior de Nintendo. Es un juego que ha sido concebido de cero para aprovechar la potencia de Nintendo Switch 2, y se nota desde el primer segundo. No solo estamos ante un plataformas 3D con mundos gigantescos y exploración libre: todo el terreno puede romperse y terraformarse a voluntad del jugador, alterando todo el escenario para resolver puzles, acceder a nuevos caminos o enfrentarse a desafíos.

La fuerza bruta de Donkey Kong aquí no es solo narrativa, también jugable. Si algo se interpone en su camino, lo rompe. Así de simple. Esta mecánica tan salvaje y directa requiere una capacidad de procesamiento enorme para permitir que el entorno sea deformable en tiempo real… y Switch 2 responde con creces. Aunque hemos detectado algunos tirones muy puntuales cuando coinciden muchos elementos en pantalla o destrucción masiva, nunca llegan a afectar gravemente a la experiencia. Son pequeños lapsos visuales, no ralentizaciones reales del juego.

Personajes Donkey Kong Bananza

La resolución dinámica escala hasta 4K gracias al FSR1 en Switch 2. En pantallas grandes se nota cierta pérdida de definición en la distancia, pero en general se mantiene muy estable a 60 FPS. La destrucción de escenarios se ha implementado con tal espectacularidad y efectos visuales que cualquier bajón se disimula muy bien.

Donkey Kong Bananza es un rediseño artístico completo de la franquicia. Al tratarse de una aventura subterránea, podríamos esperar escenarios oscuros y apagados… pero nada más lejos de la realidad. Bananza ofrece paisajes llenos de luz, color y ligeros contrastes. Hay zonas con paletas muy saturadas, otras más tenues, y algunas que apuestan por una estética monocromática con predominio de tonos rojizos o verdes. Un enfoque que al principio sorprende, pero que acaba encajando perfectamente con el tono de la historia.

El rediseño visual de Donkey Kong ha sido otro acierto. Ahora es mucho más expresivo y carismático, lo que, también, le permite conectar mejor con Pauline, que ya venía con un lenguaje corporal y facial mucho más moderno y actual. Ambos están tan bien animados como si se tratara de una película de Pixar, y la nueva versión joven de Pauline derrocha vida en cada escena. Tanto DK como Pauline tienen una química increíble y aportan una narrativa visual maravillosa sin necesidad de muchas palabras.

La banda sonora es uno de sus mayores logros de Donkey Kong Bananza. Recoge el legado sonoro de la saga con composiciones nuevas espectaculares y remezclas inolvidables de clásicos creados por compositores como Grant Kirkhope o David Wise. Ritmos tribales, percusión con bongos, melodías exóticas y sintetizadores se combinan para crear una identidad única, muy distinta al tono habitual de otros juegos de Nintendo. Mención especial al tema principal interpretado por Pauline y al pegadizo repertorio de canciones que acompañan las transformaciones en animales de Donkey Kong.

Además, por primera vez en la saga, se incluye doblaje completo a varios idiomas, entre ellos el castellano. Aunque la voz en español suena algo más madura de lo esperado para la edad del personaje de Pauline, su interpretación está tan cuidada y llena de personalidad que inevitablemente nos recuerda al estilo mágico y carismático de los personajes clásicos de Disney. Y aunque es la única que habla, su actuación basta para llenar de encanto toda la aventura.

El mimo por los detalles se nota especialmente en los efectos de sonido del juego, que se sienten como si un ASMR te diera un masaje cerebral entre la violencia de la destrucción y el oro saltando por la pantalla.

La revolución jugable que DK merecía

Un reinicio de Donkey Kong se merecía también un reinicio en la forma de jugar. Aunque en esta ocasión, podríamos hablar más de una adaptación. El equipo encargado de los juegos de Mario en 3D ha trasladado su visión a Donkey Kong, convirtiendo Bananza en algo muy parecido a lo que los jugadores conocen tras Super Mario Odyssey.

El objetivo del juego es conseguir Gemas de Banandio durante el viaje al centro del planeta. Para ello, Donkey Kong y Pauline deben explorar el entorno y destruirlo si es necesario. Esto abre la posibilidad de poder llegar a ciertos objetivos de un montón de formas distintas.

Por un lado, tenemos libertad total para jugar como queramos. También avanzando más rápido o más lento en el desarrollo porque no hay barreras en este sentido. Por otro, la satisfacción constante al romper los escenarios y conseguir Gemas de Banandio como fuente constante de dopamina para el jugador.

Explorar los escenarios es totalmente opcional y, a la vez, increíblemente divertido y agradable. Cada 5 Gemas de Banandio, Donkey Kong puede mejorar una de sus habilidades, expandiendo constantemente las posibilidades jugables y fomentando aún más la exploración.

Pero las Bananas no son los únicos coleccionables: algunos fósiles estarán enterrados por el mapa y sirven para comprar y mejorar trajes y complementos para DK y Pauline. Mientras, el oro y los Chips de Banana sirven para comprar objetos en tiendas y hacer algo más fácil la aventura.

Porque Donkey Kong Bananza es un juego sencillo hasta que empiezas a profundizar y ves que no es tan fácil reventar los escenarios y encontrar todo lo que se esconde en ellos. El concepto va más allá: algunas Gemas de Banandio están bloqueadas tras minijuegos o pantallas de desafío. Otras están ocultas como retos en el propio mundo abierto. Y otras las conseguirás interactuando con los habitantes del subsuelo. Como veis, la exploración en Donkey Kong Bananza va mucho más allá de romperlo todo.

Teníamos algo de preocupación porque la destrucción de los escenarios no nos hiciera reconocerlos a largo plazo. En la práctica, y debido a las estéticas tan marcadas de los entornos, se sienten cada uno de ellos como una agradable sala de juegos en la que experimentar.

La vuelta de tuerca jugable la cubren las Bananzas; transformaciones en distintos animales gigantes que ayudan aún más a que Donkey Kong se mueva por el mapeado e interactúe con el entorno. Puede que estén un poco sobrepotenciadas, pero son divertidas de usar, muy originales y no facilitan la experiencia lo suficiente como para romper el juego.

Nos ha sorprendido mucho la fluidez que han conseguido con Donkey Kong Bananza. Se ha conservado perfectamente la esencia de movimiento clásica del personaje, pero haciéndolo más ágil para que se mueva por los escenarios como pez en el agua. Además, la experiencia prácticamente no se interrumpe, con unos tiempos de carga máximos de alrededor de unos 5 segundos, mientras que los teletransportes entre zonas son instantáneos. Aquí es donde más se agradecen los soportes de datos rapidísimos de Nintendo Switch 2.

Puesto que es una aventura muy libre, cada jugador avanzará a su ritmo y la duración del juego puede ir desde las 7 u 8 horas hasta más de 40 para descubrir todo lo que ofrece. Además, y tras completar la aventura, habrá algo especial para los que quieran exprimir aún más el juego con un post-game bastante desafiante.

Un dúo en sintonía

Para perfilar una experiencia prácticamente redonda, Donkey Kong Bananza tiene un modo para dos jugadores en el que uno de ellos toma el control de Pauline. El personaje sigue subido sobre Donkey Kong, pero podrá utilizar su voz para romper partes del escenario. Se puede utilizar tanto una consola Switch o Switch 2 como uno de los JoyCon 2 para jugar con el modo ratón o control por movimiento. Con el puntero, el segundo jugador lanza palabras de distintos materiales que ayudan a la exploración del jugador principal. Es cierto que esta variante del juego rompe un poco la dinámica original, pero permite a dos jugadores disfrutar de la aventura casi al completo.

Sin lugar a dudas, es un juego impresionante al jugar en modo portátil. Con un desempeño y funcionamiento incluso más estable que en modo televisor, parece increíble que un juego de estas dimensiones corra en un hardware que cabe en la palma de la mano.

El modo foto está heredado directamente de Super Mario Odyssey, aunque con algunas mejoras que permiten algo más de movilidad en la cámara y efectos de desenfoque más precisos y agradables. Con este modo y lo expresivos que son los personajes, ¡se pueden hacer unas instantáneas increíbles! Eso sí, hemos echado en falta poder modificar la expresión de Donkey Kong, algo que sí se puede en juegos como Mario Kart World.

Como viene siendo habitual con los grandes lanzamientos, Nintendo ha lanzado una figura amiibo de Pauline y Donkey Kong con un nuevo traje inspirado en el que llevaba la cantante de Super Mario Odyssey. Los amiibo son compatibles, y aunque se agradece el contenido extra en este punto, tampoco es algo por lo que realmente merezca la pena hacer el desembolso si no quieres una adorable figura de estos dos protagonistas.

Donkey Kong golpea fuerte en Nintendo Switch 2

Donkey Kong Bananza es exactamente lo que la saga necesitaba: un regreso por todo lo alto, ambicioso, y con el potencial suficiente como para situarse junto a las grandes franquicias de Nintendo. El juego combina magistralmente exploración libre, una jugabilidad fresca basada en la destrucción de escenarios, y un apartado audiovisual espectacular que aprovecha a fondo las capacidades de Nintendo Switch 2. Aunque hay detalles técnicos puntuales que podrían pulirse algo más, la experiencia general no se ve perjudicada.

La química entre Donkey Kong y Pauline es de lo mejor del juego, dándole una personalidad única que atrapa desde el principio. La historia, sencilla en apariencia, se enriquece con giros sorprendentes y una ambientación que brilla por su originalidad en un intenso viaje al centro del planeta. Las ideas jugables se combinan perfectamente con la esencia clásica de Donkey Kong, creando una experiencia basada en la exploración adictiva, variada y difícil de soltar.

Donkey Kong Bananza no es solo una excelente reinvención de una saga clásica, sino también el juego por el que debes comprarte una Nintendo Switch 2. Nintendo ha conseguido devolver a Donkey Kong al primer plano, demostrando una vez más que no tiene miedo a experimentar y que sigue sabiendo exactamente cómo revolucionar una fórmula clásica sin perder su esencia.

Resumen del análisis de Donkey Kong Bananza para Nintendo Switch 2

Historia Valoración 5
Gráficos Valoración 4
Música y Sonido Valoración 5
Jugabilidad Valoración 5
Extras Valoración 5
Multijugador Valoración 3
  • La historia del juego engancha desde el primer momento y nos dio exactamente lo que queríamos.
  • El combo DK-Pauline tiene un buen rollo increíble.
  • La exploración libre hace que te quedes para disfrutar del juego.
  • El sistema de movimiento de Donkey Kong está a la vanguardia absoluta en los plataformas 3D.
  • La banda sonora es una auténtica maravilla que homenajea la historia de Donkey Kong.
  • Pequeños problemas de rendimiento en algunas fases contra jefes
  • El poder de las Bananzas, especialmente en jefes, se hace desmesurado.

Redactado por:

Jose Gonzalez Pascual
editor de Nintendúo
Mitad roja de Nintendúo. Normalmente edito los vídeos del canal y… bueno ¡Tengo una curiosidad insaciable!
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