Análisis de Xenoblade Chronicles X Definitive Edition para Nintendo Switch

Switch no ha dicho todo lo que tenía que decir. Con Switch 2 a la vuelta de la esquina, la pequeña consola híbrida de Nintendo recibe un juego que desata toda la potencia de la consola: Xenoblade Chronicles X Definitive Edition es la brutal versión del juego original de Wii U que demostró que Nintendo sabe, y muy bien, hacer mundos abiertos. Ya hemos completado esta increíble historia en Switch, y te contamos qué puedes esperar de él en este análisis de Xenoblade Chronicles X.

Mira, la nueva Tierra

Aunque no sea lo habitual, Nintendo también trabaja con juegos de temática adulta, y Xenoblade Chronicles X es uno ellos.

Se trata de una historia de ciencia ficción donde la Tierra es destruida después de que dos razas alienígenas la eligieran su campo de batalla. La humanidad ha tenido que ser evacuada en naves espaciales, en busca de un nuevo planeta donde asentarse. Ese planeta es Mira, el lugar donde sucede la historia de Xenoblade Chronicles X.

La aventura comienza dos meses después del alunizaje en el planeta, con una civilización que intenta sobrevivir como puede e intentando recuperar los restos del Arca de la Vida, la porción de la nave donde los humanos viajaban en estasis.

Lejos de otros universos

El protagonismo de Xenoblade Chronicles X se divide entre Elma, una valiente soldado del grupo de operaciones especiales BLADE, y un avatar que representa al propio jugador. Juntos deberán explorar Mira y completar una serie de misiones que los llevarán a descubrir la verdad sobre la guerra alienígena y su aterrizaje forzoso en el planeta.

No esperes encontrar en Xenoblade Chronicles X una historia igual de personal que en el resto de juegos de la saga: X es muy diferente, con una filosofía similar a la de Zelda: Breath of the Wild en la que el jugador crea su propia historia. A pesar de esto, varios giros de guion inesperados y una temática adulta y compleja, lo convierten en toda una experiencia.

Lyn, Tatsu, Elma, Liesel y el resto de los soldados Blade tienen un diseño algo genérico, pero son lo suficientemente profundos para hacerte sentir involucrado en la narrativa.

Un titán a través de generaciones

Todavía nos parece imposible que Nintendo llevara un juego como Xenoblade Chronicles X a Wii U. La Definitive Edition de Nintendo Switch se trata de una revisión del juego original, que ha sufrido un aumento en la resolución, mejora de texturas y retoques estéticos en algunos modelos, por poner algunos ejemplos.

Sorprende que, tras más de 7 años en el mercado, Switch recibe con Xenoblade Chronicles X uno de los juegos con mejor aspecto visual de toda su historia. Algo increíble, teniendo en cuenta que se trata de un juego de la pasada generación.

Donde más se nota que le pesan los años es en ciertas animaciones de los personajes. La saga Xenoblade nunca ha brillado especialmente por las animaciones de sus personajes, especialmente las faciales. Chronicles X no mejora este aspecto respecto a su versión base de Wii U, y es donde más se notará que el juego tiene más de 10 años de vida.

Análisis técnico de Xenoblade Chronicles X en Nintendo Switch (Vídeo disponible a partir de 20 de marzo de 2025)

No se ha intentado mejorar el rendimiento respecto a esta versión: Nintendo y Monolith han considerado mejorar el aspecto visual hasta el punto en el que Switch logre mantener las treinta imágenes por segundo estables. Algo que no consigue siempre que se lo propone.

Tras las pruebas de frame rate test, hemos visto que Xenoblade Chronicles X en Nintendo Switch corre casi siempre a 30FPS, con algunas caídas puntuales hasta los 25FPS. El frame pacing sí que es algo más notorio, percibiéndose como pequeños tirones en la ejecución cuando juegas a través del gigantesco mundo abierto del juego. A pesar de esto, el juego luce visualmente tan espectacular que estos deslices técnicos no suponen un problema.

Más sorprende ver que es uno de los mundos abiertos de Nintendo Switch con tiempos de carga más breves. En unos 6 segundos, el viaje rápido te permite moverte por el inmenso planeta de Mira, haciendo que los tiempos de carga de Xenoblade Chronicles X sean anecdóticos.

Un leve antialiasing hace que apenas se distingan los píxeles de los modelados en pantalla, dando una sensación de imagen suave, aunque no tan limpia.

La interfaz del juego fue uno de los principales problemas que los jugadores tuvieron con la versión de Wii U. Se trata de un título muy complejo, que debe mostrar un gran número de datos en pantalla… especialmente durante los combates. Monolith ha depurado la interfaz que, a pesar de seguir siendo algo caótica, se ve más limpia y ordenada.

Un Xenoblade que no te suena

La banda sonora y el doblaje son dos de los puntos fuertes de la saga Xenoblade, y aquí hay pocas novedades. Con tintes más electrónicos y tonos de ciencia ficción, la música de Xenoblade Chronicles X se aleja del anime japonés para traernos canciones de corte estadounidense, con géneros tan dispares como el rap y la electrónica. 

Existen problemas de nivelación de sonido que ya son clásicos en los juegos de Xenoblade y que, personalmente, nos resultan bastante molestos. Así, es posible encontrarte con escenas en las que la voz está a un nivel tan por debajo de la música que apenas es posible escuchar hablar a los personajes. Desde luego, el sonido es una tarea pendiente para Monolith Soft.

Exploradores espaciales

Xenoblade Chronicles X tiene una capa superficial que puede ser disfrutada por todo tipo de jugadores. Primeramente, se trata de un RPG de mundo abierto con la exploración como eje central. Pero además de esto, las batallas y gestión de personajes juegan un papel crucial, un punto que no es tan accesible para todos.

Controlarás a tu equipo de personajes de forma totalmente libre por el mundo de Mira: esto quiere decir que podrás correr y saltar para avanzar y descubrir nuevos territorios, pudiendo incluso escalar (no literalmente) hasta lugares elevados para marcarte objetivos y ver qué tienes alrededor. En este aspecto, se parece mucho a juegos como Zelda: Breath of the Wild. El jugador se puede marcar un objetivo visible a lo lejos, e ir andando hasta él superando distintos obstáculos.

El mundo del juego es inmenso y está lleno de cosas por hacer: si no te encuentras enemigos que te ponen las cosas difíciles, seguro que te topas con cuevas que explorar, materiales exóticos o botines recolectables que aumentan el porcentaje de exploración de cada región.

Recorre Mira a tu ritmo

Mira es tan grande y está tan lleno de cosas que la propia historia de Xenoblade Chronicles X pasa a un segundo plano. Resulta muy divertido y entretenido perderte por el mundo del juego, ir consiguiendo mejoras y descubriendo nuevos lugares. Hasta el punto de que el tiempo pasa casi sin que te des cuenta.

Esta es una de las grandes virtudes de Xenoblade Chronicles X. Es un juego tan diferente al resto de su saga que puede que te encante, incluso si no has jugado o si no te gustaron el resto de Xenoblade.

Mientras que hay una historia que seguir, basada en misiones principales, el jugador puede ir a cualquier lugar desde el principio (siempre que su capacidad de movimiento lo permita) para explorar. De hecho, y nada más te dejan suelto por el mundo abierto, puedes incluso llegar a las últimas zonas si le pones empeño. Esto da una sensación de libertad que resulta increíblemente fresca.

Esta libertad tiene un gran “contra”: el esquema de control, aprendizaje del sistema de combate e incluso la forma de gestión de misiones no es nada sencillo. Es un juego muy difícil en este aspecto, y a pesar de que las primeras 5 horas son poco más que un sempiterno tutorial, sigue sin ser claro y conciso con el jugador.

Hay documentación extensa en el propio juego que ayuda a entender cómo funcionan las cosas, como la obtención de recursos, el uso de sondas de exploración o la mejora de las armas que equipes a los personajes. A pesar de esto, es bastante lioso dado su nivel de complejidad. La parte buena es que, si superas este proceso de aprendizaje, podrás disfrutar de un juego increíble.

Enorme en espacio… y en tiempo

Los Skells, robots gigantes con los que puedes desplazarte a toda velocidad por Mira, no se consiguen hasta las 20 o 25 horas de juego, aproximadamente. Algo que podría incluso desesperar a algunos jugadores, pero creemos que se sentirán recompensados tras la travesía.

En la mayoría de casos, será el juego de Xenoblade más largo y duradero de todos. Quizá sea por su carácter libre y abierto, pero la aventura principal puede llevarte más de 60 horas superarla, con una ingente cantidad de misiones secundarias muy variadas que pueden aumentar esta duración por encima de las 100 horas. La aventura completa, junto a algunas de las misiones secundarias, nos ha durado unas 67 horas, incluyendo el nuevo contenido de la Definitive Edition.

La definitiva es en Switch

Esta Definitive Edition de Xenoblade Chronicles X es algo más que un port del juego de Wii U. Incluye algunas misiones especiales, dentro de la historia principal, que añaden un nuevo modo de transporte para que los jugadores se muevan más rápido por el mapa del juego.

Su implementación en la aventura es totalmente natural, incluso demasiado. Puede que pase desapercibido para los jugadores la inclusión de este primer contenido inédito.

También se incluye un epílogo a modo de expansión de la historia que, creemos, satisfará en parte a los jugadores que se “quedaron a medias” en la versión de Wii U.

Las características online de Xenoblade Chronicles X permiten jugar con otros jugadores a través de internet para lugar en combates por Mira, además de poder recibir recompensas ocasionales al jugar. No se trata de uno de los pilares para disfrutar del juego, pero su estructura está orientada a poder jugar con amigos a través de internet, de forma similar a como funcionan los MMORPG.

Un mundo único para perderse

Xenoblade Chronicles X es un caso único en Nintendo y los videojuegos. Un RPG de mundo abierto con la libertad que daban juegos como Zelda: Breath of the Wild, pero intentando no desprenderse de lo que hace grande a Xenoblade.

Su complejidad es un arma de doble filo; bastante poco accesible para la mayoría de jugadores. Muchos jugarán y no llegarán a usar ni el 50% de lo que puede ofrecer. En parte, debido a una gestión regular de la interfaz de usuario y los tutoriales. Otros disfrutarán como enanos de su exploración libre y el genial diseño de escenarios. Y otros pueden exprimir al máximo su potencial y disfrutar de un juego enorme que puedes disfrutar en la palma de tu mano.

Nintendo Switch recibe con Xenoblade Chronicles X la pieza perdida de la saga. Un mundo abierto inmenso en el que puedes perderte cientos de horas y disfrutar de una intensa historia de ciencia ficción que te atrapa desde el primer momento.

Resumen del análisis de Xenoblade Chronicles X en Nintendo Switch