Análisis – Sonic Colors Ultimate (Nintendo Switch)
El treinta aniversario de Sonic pretende ser toda una fiesta que da comienzo con la recuperación de uno de los “clásicos modernos” del erizo que llegó a Wii y Nintendo DS. Sonic Colors llega a Nintendo Switch, PS4, Xbox One y PC con un modernizado visual adaptándolo a los tiempos que corren, nunca mejor dicho,…
El treinta aniversario de Sonic pretende ser toda una fiesta que da comienzo con la recuperación de uno de los “clásicos modernos” del erizo que llegó a Wii y Nintendo DS. Sonic Colors llega a Nintendo Switch, PS4, Xbox One y PC con un modernizado visual adaptándolo a los tiempos que corren, nunca mejor dicho, y os contamos cómo ha resultado la aventura espacial de Sonic en nuestro análisis de Colors Ultimate.
El poder de los Wisps
El paso a la alta definición de Sonic no le sentó del todo bien. El infame juego que llegó a Xbox 360 y PS3 puso en evidencia la falta de ideas que tenía el equipo para dar algo de frescor a la saga, algo que en parte se recuperó con Sonic Colors.
Lanzamientos como Super Mario Galaxy y su apertura de mente hicieron reflexionar a SEGA sobre cómo debía adaptarse el erizo a los juegos actuales. Así, desde la base se planteó Sonic Colors, un juego de plataformas que juega con las dos y las tres dimensiones en sus niveles, y que se aprovecha de unos pequeños seres llamados Wisps para darle algo de variedad a la jugabilidad clásica de Sonic.
Argumentalmente, Tails y Sonic reciben una petición de los Wisps para salvar a su especie de las garras del doctor Eggman, que los ha secuestrado y está usando su poder para construir un parque de atracciones en el espacio, que a priori podría no sonar tan mal.
No esperéis gran cosa sobre la trama de este juego, estando su calidad por debajo de la serie Adventure Battle, por ejemplo, pero manteniendo un ritmo constante que deja que la jugabilidad te de las razones necesarias para seguir jugando.
Los Wisps son unas criaturas encantadoras, con mucha personalidad, y no nos extraña que hayan pasado a formar parte del universo de Sonic de forma tan profunda. Si os interesa, ¡este juego os contará inicio!
Gotta go fast, pero no mucho
Sonic Colors llegó a Wii en el año 2010, una consola mucho menos potente incluso que Nintendo Switch, que actualmente es una plataforma portátil. Es por ello que esperábamos grandes cosas de esta versión Ultimate, algo así como la remasterización que Nintendo hizo de The Legend Of Zelda: Skyward Sword y su versión HD.
Lamentablemente, el equipo de desarrollo de Sonic Colors Ultimate no ha querido esforzarse en sacar todo el provecho a las consolas actuales, llevando casi directamente a la alta definición el juego original. Esto pone en evidencia algunas carencias que ya tenía Sonic Colors, pero que destacan aún más entre los juegos actuales.
Las animaciones de los personajes es el punto más controvertido de Sonic Colors Ultimate, no siendo gran cosa en su momento y quedando realmente desfasadas en la actualidad. Las escenas cinemáticas, generadas por el motor del juego en tiempo real, parecen de la prehistoria, por decirlo de alguna forma, algo que nos aleja un poco del aspecto actual que quiere dar a entender el juego.
La versión para Nintendo Switch es la que peor parada ha salido, que no incluye ningún tipo de contenido exclusivo más allá del propio modo portátil, y que tiene un rendimiento sustancialmente peor que PS4 y Xbox.
En las pruebas de análisis de framerate hemos visto que Sonic Colors en Nintendo Switch se mantiene casi todo el tiempo a 30 imágenes por segundo, cayendo de forma muy puntual por debajo de esta cifra. Los tiempos de carga al inicio de las fases son bastante extensos, aunque no nos han molestado en exceso.
Es una pena que el genial apartado artístico de Sonic Colors no logre salvar el “Frankenstein” visual que ha hecho la versión Ultimate, porque era un juego muy bonito en Wii, y que el paso del tiempo le ha sentado bastante mal. Esta versión para Nintendo Switch padece de varios glitches visuales que hacen desaparecer texturas y modelos de forma intermitente, y esto es algo que esperamos que se resuelva próximamente.
Al menos tenemos un doblaje al castellano, además de todos los textos de pantalla en español. Una buena localización y un doblaje notable. La banda sonora ha sufrido una pequeña renovación que, más que mejorarla, creemos que le ha quitado la fuerza que la caracterizaba.
Sonic alien transformable
La idea de SEGA con Sonic Colors era darle una vuelta a la forma de ver los juegos de Sonic desde su paso a las tres dimensiones. Super Mario Galaxy incluyó de forma revolucionaria algo que llevaba desde el comienzo de sus juegos: niveles en dos dimensiones plataformeros con desplazamiento lateral.
Sonic tomó nota e incluyó en Colors un cambio de perspectiva dentro de los propios niveles en tres dimensiones que solo permitían el movimiento del erizo en lateral, recuperando una jugabilidad más clásica pero adaptada y revitalizada gracias a los Wisps.
Sin ellos, Sonic Colors podría ser como cualquiera del resto de juegos del erizo en tres dimensiones desde su gran salto, pero sus poderes, que se transforman en variaciones jugables, le hacen que sea diferente y único.
Esto permitió al equipo de desarrollo plantear situaciones inauditas dentro de juegos de Sonic, como lanzarse hacia distintas direcciones transformado en un rayo, o ir a explorar bajo tierra con el Wisp amarillo, transformando a Sonic en un taladro.
El juego consta de varios mundos en el espacio, como si fueran planetas, y cada uno de ellos tendrá un número de fases que tendremos que superar, llegando hasta el final. Entre medias, podremos recoger algunos objetos coleccionables escondidos, como los anillos rojos, que nos darán recompensas si los encontramos todos.
Jugablemente y siempre y cuando no estemos en posesión de ningún Wisp, Sonic Colors se siente como un juego clásico de Sonic, quizá algo más lento comparado con otros juegos del erizo, especialmente los clásicos en dos dimensiones, pero esto le permite meterse un poco más en el terreno de la exploración, que creemos que no le sienta nada mal.
Es un juego bastante corto y puede ser superado en unas 5 o 6 horas, y conseguir desbloquear todo su contenido nos tomará entre 15 y 20, dependiendo de nuestra pericia. En este sentido, creemos que podría haber dado mucho más de sí el sistema de juego que estrenan los Wisps, y aunque los hemos visto en otros juegos del erizo, creemos que en Sonic Colors es donde más han brillado hasta ahora.
Poco que añadir
Sonic Colors Ultimate es la versión definitiva de Sonic Colors, aunque tampoco es que se explaye mucho con el nuevo contenido que incluye.
El Modo Rush es la novedad más destacada de Ultimate, donde competiremos con Metal Sonic para llegar cuanto antes a la meta en escenarios del juego. No es muy duradero, ya que será un extra de cada mundo y un reto no muy difícil de superar con una sutil recompensa.
Ahora podremos poner ropita a Sonic y cambiar su aspecto, como los guantes o las zapatillas. Un pequeño detalle para expandir más la experiencia.
Por último, se incluye el Wisp Jade que ya hizo su aparición en Team Sonic Racing, y que aquí repite transformando a Sonic en un fantasma que puede volar y tomar atajos especiales.
Sonic Colors tiene un modo multijugador muy pasable en Game Land, torpe y que nos sobra completamente. Además, tiene algunos fallos que impiden que juguemos correctamente, como tirones al morir uno de los jugadores.
Realmente, la verdadera novedad de Sonic Colors Ultimate es la posibilidad de jugarlo en modo portátil en Nintendo Switch.
Colores algo pasados de moda
SEGA ha querido traer una de las aventuras más memorables de los últimos tiempos de Sonic a la actualidad, con algunas novedades y un paso a la alta definición que queda eclipsado por la posibilidad de jugarlo en modo portátil en Nintendo Switch.
Si jugasteis el juego en Wii, vemos pocas razones para haceros con esta versión, sintiéndose bastante anticuado a nivel gráfico y pudiendo haber dado mucho más de sí en Nintendo Switch. Por otro lado, es la única plataforma donde podréis jugarlo también en modo portátil, un valor muy importante, especialmente en un juego como Sonic Colors, que se presta a partidas relativamente cortas.
Es muy positivo que SEGA haya querido recuperar un juego tan bonito y carismático como Sonic Colors, aunque creemos que se podía haber hecho de mucha mejor manera.
Si os ha gustado el análisis de Sonic Colors Ultimate no olvidéis pasaros por el top completo de juegos de Nintendo Switch en La Lista.
Análisis – Sonic Colors Ultimate (Nintendo Switch)
- Un juego de Sonic original y entretenido.
- Los coleccionables animan a rejugar los niveles.
- Los Wisps funcionan de maravilla junto a Sonic.
- Escasa cantidad de contenido, incluso con los extras de la versión Ultimate.
- La actualización visual resulta insuficiente y poco optimizada en Switch.
- Las remezclas de la banda sonora no están muy inspiradas.