Análisis – DLC de Cuphead: The Delicious Last Course (Nintendo Switch)
Os traemos el análisis del DLC de Cuphead, The Delicious Last Couse, una gastronómica aventura con Chalice como estrella invitada.
Parece que Cuphead os dejó con sed después de su primera e increíble aventura. Pues tranquilos porque las buenas gentes de Studio MDHR están aquí para calmarla con una deliciosa nueva propuesta, que pinta a ser más de lo que ya conocíamos. Tras su paso por la animación, por muñecos e incluso por Super Smash Bros Ultimate, le llega el turno al DLC de Cuphead, The Delicious Last Course, y os contamos en su análisis si dejar tanto tiempo el té infusionando le ha dejado un sabor amargo.
Video análisis del DLC de Cuphead: The Delicious Last Course para Nintendo Switch
El regreso de Cuphead, Mugman… ¿y Cáliz?
Cuphead ha sido una de las licencias recientes con más éxito en los videojuegos. Podemos culpar a su espectacular estilo gráfico que le hace parecer un dibujo de los años 30. También a su gran personalidad y siniestro parecido con Mickey Mouse. Sea como fuere, la trayectoria del personaje y su inseparable amigo Mugman vuelve una vez más a cruzarse en nuestro camino cuando conocen a Cáliz.
Atrapada entre mundos y convertida en un espíritu, el personaje solo podrá volver a su forma corpórea si un estrafalario mago culinario, el Chef Saleroso, le hace una tarta muy especial.
La trama tiene tan poco sentido como el resto de historias que hemos visto de Cuphead, incluidas las de su serie de animación. Este carácter tan caótico le hace muy personal, y la historia del DLC de Cuphead nos ha dejado tan desconcertados como satisfechos, incluido su desenlace.
Por otro lado, la entrada de Cáliz en Cuphead se centra más en la jugabilidad que en revolucionar el argumento del juego: tener un personaje diferente a Cuphead y Mugman, con algún movimiento diferente y algunas características especiales, hace que el DLC se sienta diferente.
Desempolvando los clásicos.
Microsoft y MDHR sorprendieron a todos con la versión de Cuphead para Nintendo Switch. No es que sea un juego particularmente exigente, pero dentro de sus posibilidades, se centraba en ofrecer imágenes de gran calidad, muy nítidas y con un alto refresco de imagen.
Esta experiencia se llevó a Nintendo Switch de forma espectacular. Lo cierto es que, los juegos indie que Microsoft se ha encargado indirectamente de llevar a Nintendo Switch, han cumplido sobradamente a nivel técnico. Ocurrió lo mismo con Cuphead, y el DLC The Delicious Last Course es tan solo una extensión de ello.
Las inspiraciones de los personajes que aparecen se remontan a la animación de los años 30. Además, se ha aprovechado para recuperar algunos diseños de ideas descartadas que se quedaron fuera del juego base. Hay un gran lapso de tiempo desde que llegó Cuphead hasta que se publicó su DLC, y aún con todo, la cantidad de nuevos diseños nos ha parecido bastante escueta. Acorde al precio inicial de este contenido.
Al igual que el juego original, tiene algunas reminiscencias de Disney y otros dibujos clásicos que encantarán a todos los públicos.
Su calidad no es menor que los diseños que encontramos en el juego original, con reminiscencias de Disney y otros dibujos clásicos que encantarán a todos los públicos.
Las nuevas canciones también suenan similares a las que ya escuchamos en Cuphead: su banda sonora es muy especial e intenta imitar el estilo jazz orquestal de los años 80, fusionándose con la acción de cada una de las pantallas.
Un Boss Rush muy animado.
Si hay algo que podemos achacar al DLC The Delicious Last Course es su tono continuista. Está claro que Cuphead es Cuphead, y es difícil innovar dentro de su peculiar estilo.
El juego es básicamente un Boss Rush en el que tendremos que hacer frente a jefes tras jefes hasta llegar al final. Este concepto se lleva aún más al límite en el DLC, que elimina las fases de plataformas que daban un poco de variedad entre tanto enemigo.
En The Delicious Last Course viajaremos hasta la Isla Tintero IV, un nuevo lugar lleno de desafíos y nuevos personajes donde sucede la historia principal del DLC de Cuphead.
La mayor novedad del juego es la entrada de Cáliz como personaje controlable. En el título base, este cáliz aparecía en su forma fantasmal en ciertos desafíos, pero ahora podrá conseguir una forma corpórea si equipamos a nuestro personaje con una galleta especial. Sus movimientos se parecen a los de Cuphead, pero son ligeramente distintos y repercute en que las estrategias tengan que ser muy diferentes.
Los contraataques se realizan a la vez que un impulso, y no saltando como lo hacía Cuphead. Esto hace que la forma de moverse con cada jefe varíe según el personaje.
También se han añadido multitud de nuevos tipos de ataque, power-ups y modificadores para hacer nuestra aventura más interesante. Lo bueno aquí es que tanto los objetos, los nuevos ataques y Cáliz, pueden ser utilizados en el juego base de Cuphead contra los antiguos jefes. Completarlo con estas nuevas condiciones puede suponer un desafío interesante.
Cuphead siempre se ha caracterizado por ser un juego difícil. Tendremos que aprendernos muy bien los patrones de ataque de cada jefe para poder esquivarlos.
Cuphead siempre se ha caracterizado por ser un juego difícil. Hay que aprenderse muy bien los patrones de ataque de cada jefe para poder esquivarlos. Con esto, parece imposible derrotar a uno de estos enemigos la primera vez que luchamos contra ellos, porque te sorprenderán de formas que no te esperas. Cuanto más juegas, más aprendes de sus movimientos y más fácil resultará. Para un jugador con una habilidad media, el DLC de The Delicious Last Course podrá durar entre tres y cuatro horas, aunque nos llevará aproximadamente el doble de tiempo descubrir todos sus secretos.
Añadiendo leche al té de siempre.
Como ocurría en el juego original, es posible disfrutar también del DLC con un segundo jugador. Esta vez puede haber más diferencia entre personajes, y no necesariamente Cáliz tendrá el jugador con “el modo fácil”. Su sistema de control es diferente, y puede venir mejor para unos jefes pero peor para otros.
No es muy destacable, pero en la Isla Tintero 4 tendremos también un pequeño apartado de exploración. El mapa del mundo del juego se utiliza únicamente para ir de un jefe a otro, con algunos personajes que pueden ayudarnos en nuestra aventura, aunque poco reseñable. En The Delicious Last Course encontraremos algún que otro desafío que nos hará rompernos el coco y que nos dará acceso a contenido secreto, y que incluso completando el juego podemos pasar por alto. Ya os avisamos que no es algo que sea realmente reseñable, y podemos tomarnos el mapa del juego como un hub central que conecta todas las fases y que sirve para prepararnos para la batalla.
Entre los objetos que encontramos hay uno muy especial, que pondrá las cosas bastante más difíciles de lo que ya de por sí son, y estamos seguros que los jugadores más avanzados de Cuphead agradecerán el poder acceder al juego con una dificultad aún mayor. Una pena que no se guarde un registro más detallado de este tipo de logros. Ya que el juego nos pone las cosas difíciles, qué menos que te premiara de alguna forma.
El DLC utiliza los datos de nuestra versión principal de Cuphead. Esto quiere decir, no solo que se nos guardará todo el contenido que hayamos desbloqueado, si no que necesitaremos haber llegado hasta un temprano punto de la historia del juego para poder jugar las nuevas pantallas y jefes, concretamente al momento en el que conocemos a Cáliz fantasma. A partir de aquí, podremos avanzar en paralelo y como queramos la historia principal y la del DLC, incluso pudiendo utilizar a Cáliz en el juego base.
Más. Ni mejor, ni peor.
Es difícil mejorar algo que ya, de por sí, era bueno. Cuphead hacía bien muchas cosas y se centraba en ofrecer una experiencia audiovisual impresionante con un sistema de juego que no es común ver a día de hoy: un montón de combates contra jefes increíblemente originales.
El DLC The Delicious Last Course es más Cuphead, no mejor. Tampoco peor. Simplemente más de la fórmula que nos gustaba, y que si disfrutaste en su momento, volverás a disfrutarlo.
La parte buena es que incluye bastantes nuevas características que se aplican al juego original, por lo que deberíamos ver este DLC, no solo como una expansión de la experiencia con una alocada historia. También como la oportunidad de añadir contenido especial que modifica la experiencia del juego base, con una correcta Cáliz a la cabeza.
Ya con su juego terminado, su serie de animación y su popularidad global, estamos deseosos por ver qué le esta en el futuro a Cuphead y sus amigos.
Si os ha gustado el análisis del DLC de Cuphead: The Delicious Last Course no os perdáis el resto de análisis en nuestro top de Nintendo Switch, La Lista.
Análisis del DLC de Cuphead: The Delicious Last Course para Nintendo Switch
Cuphead: The Delicious Last Course
- Mantiene la excelente calidad audiovisual del juego base.
- Las mecánicas de los nuevos jefes son divertidas.
- Nuevas características utilizables para el total del juego.
- Extremadamente continuista. No consigue sorprender de ninguna forma.