El pasado 8 de noviembre, Nintendo anunció una reducción en sus previsiones de ventas de cara al cierre de año. Un trimestre más tarde, la compañía ha vuelto a revisar las cuentas y ha fijado otro recorte en sus previsiones de ventas tanto de hardware como de software.

La compañía de Kioto espera alcanzar los 18 millones de Nintendo Switch vendidas durante el presente año fiscal, un millón menos que en la previsión anterior. También llama la atención que esta vez sí prevé vender también menos juegos, con un descenso de 5 millones de copias que deja un total de 205 millones en lugar de los 210 proyectados inicialmente para el año que acaba el 31 de marzo de 2023.

Nintendo aclara que este cambio no tiene en cuenta los juegos que se incluyan en packs con consolas. Al mismo tiempo, recorta las previsiones de ingresos y beneficios. Ganará menos que los 400.000 millones de yenes que había indicado en sus previsiones anteriores, pero igualmente quedará por encima de la proyección inicial. Al cierre de este año fiscal, Nintendo obtendría unos 370.000 millones de yenes de beneficio neto frente a los 340.000 iniciales a pesar de vender 2 millones menos de consolas y 5 millones menos de juegos de los que esperaba.

El principal motivo que hay tras estos cambios es que se han vendido menos Nintendo Switch de lo esperado durante la campaña navideña, tal y como explica la propia compañía en su informe financiero. A consecuencia de esto, han tenido que recortar también las previsiones de software.

¿Logrará vender más de lo esperado o se mantendrá en línea con las cifras proyectadas? El catálogo que espera a Switch hasta abril carece de la fuerza que traerá Tears of the Kingdom en mayo. De hecho, recientes rumores apuntaban a que la compañía planea vender muchas más consolas de cara a 2023-2024.

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