Análisis técnico de Zelda Tears of the Kingdom y framerate test: ¿Aguanta Switch?
¿Funciona bien el nuevo Zelda? Te lo contamos todo en este análisis técnico de Zelda Tears of the Kingdom, con framerate test en vídeo.
La hora del nuevo Zelda ha llegado. Nintendo estrena este viernes 12 mayo su nueva gran obra maestra para Switch. En nuestro análisis de The Legend of Zelda Tears of the Kingdom os hemos contado todo lo que hace bien, y muy bien, la nueva aventura de Link. Pero, ¿cómo funciona a nivel de rendimiento y calidad de gráficos? En eso nos vamos a centrar aquí, con el análisis técnico de Zelda Tears of the Kingdom.
¿Funciona bien Zelda Tears of the Kingdom en Switch? Análisis técnico
Lo primero que debemos mencionar sobre esta entrega es que la carga de trabajo para el hardware es mayor que en Breath of the Wild. Nintendo Switch mantiene el tipo sorprendentemente bien en Zelda Tears of the Kingdom, con unas transiciones totalmente naturales y sin tiempos de carga a la hora de pasar del cielo de Hyrule a la tierra, pero también al subterráneo.
Aun así, antes de eso, vamos a hablar de las tasas de FPS y resolución máxima de Zelda Tears of the Kingdom en Modo TV y Modo Portátil. Las repasamos a continuación, en compañía de un vídeo con un framerate test del juego:
- Modo TV – 1600×900 a 30 fotogramas por segundo.
- Modo Portátil – 1280×720 a 30 fotogramas por segundo.
Haciendo magia para mantener el tipo
La tecnología FidelityFX de AMD ayuda a mantener una mayor claridad de imagen, aunque el uso de resolución dinámica se hace notar en ciertas ocasiones. Cuando hay una mayor carga, sea por más enemigos en pantalla, uso intensivo de físicas por los nuevos poderes de Link, o incluso uso de efectos Alfa (al dibujar las mallas semitransparentes que surgen con algunos poderes), Tears of the Kingdom utiliza un sistema de optimización por niveles.
Primero, baja la resolución para intentar mantener la tasa de 30 FPS estable. En caso de haber una escena más exigente y que este método no sirva, el juego empieza a reducir sus FPS en bloques de 5 en 5, con un suelo de 20 FPS en los casos que hemos comprobado. Este proceso también se aplica a la inversa, aunque podéis verlo mejor en el vídeo de más arriba.
Hasta donde alcanza la vista
Otro de los aspectos más destacados del apartado técnico de Zelda Tears of the Kingdom, y que no podíamos dejar pasar en este análisis, es cómo ha mejorado la distancia de dibujo. El pop-in se camufla mucho mejor que en Breath of the Wild, aunque es inevitable sobre todo al saltar desde las Islas Celestes.
No obstante, se aprecia un mayor detalle en la lejanía. Los geoglifos se identifican fácilmente y hasta es posible ver estructuras y NPC mucho antes que en el anterior juego. Para ello, Tears of the Kingdom utiliza un LOD bastante inteligente, con modelos que pasan de menos a más detalle con suavidad a medida que te acercas a ellos.
De hecho, donde menos se nota es precisamente en el cielo. La orografía de las islas del aire no es muy compleja, y eso, combinado con la paleta de colores y las distancias, hace que apenas se aprecie dicho pop-in. Aun así, la Isla de los Albores es donde más se acusa, y donde la calidad de imagen más se resiente. Y no es coincidencia, ya que se trata de una de las más complejas que hay en todo el juego.
Tu sombra me suena
El sistema de iluminación, que ya era espectacular a nivel artístico en Breath of the Wild, ha dado un giro de tuerca en Zelda Tears of the Kingdom. Aunque el sombreado sea prácticamente idéntico, con un sistema de oclusión ambiental bastante preciso, TOTK simula efectos de lens flare que no esperábamos y, de hecho, logra reforzar aún más la atmósfera de juego con su nueva iluminación.
Donde más se hace notar el cambio es en las zonas subterráneas. Link puede generar puntos de luz con determinados objetos, consiguiendo una luz ambiental sorprendente por lo conseguida que está, pero también porque renuncia a la iluminación dinámica que suele afectar a otros elementos del juego.
Por otra parte, las resoluciones de sombras son casi iguales que en Breath of the Wild, a excepción de Link, cuya sombra generalmente es más definida que la del resto de objetos.
Zelda Tears of the Kingdom puede ser, perfectamente, el juego más ambicioso de Nintendo lanzado en Switch no solo por sus mecánicas, sino también a nivel técnico. Es la primera vez que un mundo tan grande e interactivo se recrea con tanta ambición en un hardware portátil y logra mantener el tipo de esta forma.