En Nintendo, todo desarrollo principal debe seguir un protocolo para comprobar que goza de la calidad adecuada, al menos en el caso de The Legend of Zelda. Protocolo que no se ha aplicado en el nuevo Zelda para Switch. Aunque puedan parecer mundos separados, la película de Super Mario Bros ha ejercido cierta influencia en Zelda Tears of the Kingdom, o al menos en su desarrollo.

¿De qué tipo exactamente? No hablamos de algo a nivel de mecánicas, de guion o de gráficos, sino de comprobación. Eiji Aonuma, uno de los máximos responsables de The Legend of Zelda, ha revelado que, a diferencia de Breath of the Wild, Tears of the Kingdom no ha contado con la supervisión de Shigeru Miyamoto.

En el pasado, a menudo se daba el caso de que, cuando quedaban uno o dos años para terminar el proyecto de un juego, teníamos que ir a mostrar nuestro progreso y dar un informe de progreso al Sr. Miyamoto. Pero, en los dos últimos años, ha tenido que dedicar gran parte de su atención a la producción de la película de Mario.

Eiji Aonuma, productor de The Legend of Zelda

El padre de Mario ha tenido que volcarse por completo con la película para asegurarse de que todo iba sobre ruedas, y desde luego lo ha conseguido. Sin embargo, esto ha provocado que no pueda ejercer esa labor de supervisión en Zelda Tears of the Kingdom que sí tuvo en Breath of the Wild. Sin ir más lejos, gracias a él, vieron el potencial que tenía la mecánica de escalada en el anterior juego.

Desde luego, no parece haber afectado a la calidad final del título. Como podéis leer en nuestro análisis sin spoilers de Tears of the Kingdom, ha resultado ser toda una obra maestra, y de lo más sorprendente. Tanto, que su comparativa con Breath of the Wild va mucho más allá del apartado gráfico. ¿Cómo habría sido si no hubiera salido la película de Super Mario Bros? Nunca lo sabremos.

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