Peter Whidden es un joven con cierto interés por la tecnología que un día tuvo una idea: entrenar a una Inteligencia Artificial para pasarse Pokémon Rojo, el original de Game Boy. Tras 50.000 horas de entrenamiento de la IA, ha conseguido que supere el primer Gimnasio del juego, y que tenga un trauma con los Centros Pokémon.

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Esta disparatada historia es la que cuenta Whidden en un vídeo que ha publicado en YouTube recientemente. Su idea era diseñar un algoritmo capaz de explorar y construir un equipo con el que superar el Gimnasio de Brock en Ciudad Plateada, y ha conseguido grandes hazañas. La Inteligencia Artificial que ha creado es capaz de entender qué pasa en pantalla y controlar el juego, aunque todavía tiene mucho camino por delante.

Y es que un algoritmo no entiende qué es completar un videojuego, aunque hace poco viéramos a uno aprendiendo a jugar a Super Mario. Por eso, su “padre” fue experimentando con diferentes sistemas mientras entrenaba a esta IA durante 50.000 horas de juego enseñándole cómo se juega a Pokémon Rojo. Ha probado con un sistema de recompensas en el que premiar la exploración con cada nuevo elemento que encontrarla, lo que provocaba que se quedara fascinada con el agua; también probó a premiar el entrenamiento con recompensas por tener un equipo de nivel más alto, y consiguió que tuviera un trauma con los Centros Pokémon.

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¿Por qué? Porque al dejar un Pokémon en un PC, la IA detectaba que el nivel del equipo bajaba, y así perdía la posible recompensa. ¿Su respuesta? No curar al equipo nunca durante la partida. Whidden había superado el afán exploratorio que llevaba a su inteligencia artificial a evitar los combates, pero ahora tenía que quitarle ese “trauma”.

Varias modificaciones adicionales sirvieron para arreglar este problema, aunque este modelo sigue presentando complicaciones para entender cosas que un humano entendería al momento de empezar a jugar. Aun así, también ha resultado ser de lo más sorprendente, porque ha sido capaz de manipular el RNG para saber la ruta exacta con la que hacer que su primer encuentro con un Pokémon salvaje garantice la captura lanzando una sola Poké Ball.

Sorpresas y más sorpresas con 50.000 horas de pruebas y experimentos. Desafortunadamente, tras superar a Brock, la IA ha sido incapaz de encontrar el segundo Gimnasio de Pokémon Rojo tras 7.000 horas de juego, aunque ha mostrado su amor por Magikarp comprándolo 10.000 veces, o que es capaz de bautizar a un Rattata como “AI”. Será algo hecho a base de código, pero es incuestionable que hay algo de magia en todo esto.

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