La fusión con una empresa acusada de propagar malware, el intento de cobrar una cuota ilógica a desarrolladores, la marcha de su CEO y, ahora, un despido masivo. Unity ha anunciado un “reinicio” de la empresa que se ha saldado con el despido de 1.800 trabajadores, un 25% de su plantilla.

Los autores de uno de los motores más famosos de la industria del videojuego, empleado incluso en Pokémon o el último Fire Emblem, y de otras soluciones orientadas al desarrollo profesional, encaran el “mayor despido” que hayan realizado jamás y esperan haberlo llevado a cabo de cara a finales de marzo. Se prevé que afecte a todas las divisiones, áreas de negocio y países en los que la compañía tenga trabajadores.

No es la primera vez que Unity realiza despidos, de hecho esta es la cuarta vez que toma medidas así, y no es el único cambio que han puesto en marcha. En el comunicado interno, afirman que este es el segundo de una serie de pasos con los que quieren hacer un reinicio en Unity.

Estos 1.800 despidos llegan a poco de cerrar un año en el que se han superado holgadamente los 10.000 despidos en la industria del videojuego. ¿Veremos una tendencia similar en 2024? Todo apunta, desgraciadamente, a ello.

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