Análisis – Dungeons of Dreadrock (Nintendo Switch)
Hemos podido jugar a la versión de Dungeons of Dreadrock de Nintendo Switch y os contamos qué nos parece en este análisis.
El éxito de Dungeons of Dreadrock en el mercado móvil, mucho antes de su llegada a Nintendo Switch, no es casualidad. El título de Christoph Minnameier es, por derecho propio, uno de los juegos de puzzles más divertidos de los últimos años. En este género tan trillado y explorado, donde lo sorprendente es encontrarte con premisas diferentes, esta obra consigue destacar gracias a la confección de sus niveles.
Desarrollado en solitario por Minnameier, Dungeons of Dreadrock es una de las sensaciones independientes del comienzo del año. Por su jugabilidad, es un título divertido al que, como mínimo, merece la pena aproximarse. No obstante, cuenta con varias carencias que no consigue tapar ni la excelente versión de Nintendo Switch.
De la pantalla del móvil a la de tu Nintendo Switch
Dungeons of Dreadrock es otro de esos títulos que llega a la híbrida desde el mercado móvil. Por ello, es imprescindible tener en cuenta sus orígenes para comprender el alcance de sus capacidades técnicas. Dicho en otras palabras, y citando al refranero popular, «de aquellos polvos, estos lodos».
La historia, como en otros juegos de corte fantástico, comienza con una profecía que nos veremos destinados a romper. En el universo del título, cada año se repite la misma historia: un muchacho joven se adentra en una mazmorra para confrontar al rey que espera en ella. Y, por desgracia, este nunca vuelve y siempre se vive el mismo desenlace.
Lo particular de Dungeons of Dreadrock es que, poco después de presentarnos su premisa, nos pone en la piel de la hermana del elegido, un personaje femenino que, por primera vez para alguien de su género, se adentra en el lugar de la profecía. Esta decisión, como habréis adivinado, provoca una serie de sucesos inesperados para varios personajes que, a la postre, son el motor del argumento del título.
El rendimiento está a la altura del sistema
La obra de Minnameier no destaca por exigir mucho a la híbrida. Al proceder del mercado móvil, comprobar su funcionamiento en Switch es más anecdótico que obligatorio. Como era de esperar, Dungeons of Dreadrock funciona a las mil maravillas. Por suerte, la caída de la tasa de imágenes, un mal que asola a varias experiencias del catálogo de Switch, brilla por su ausencia en este juego.
Uno de los aspectos más interesantes de la propuesta es la compatibilidad con los controles táctiles. Por sus orígenes, el título debía contar con esta característica. Así, Minnameier trabajó en conservarla al trasladar el proyecto a Nintendo Switch y, como hemos podido comprobar, funciona a las mil maravillas. Aunque lo más práctico es optar por los Joy-Con, lo cierto es que esta es otra opción que suma variedad al juego.
La salsa de Dungeons of Dreadrock está en su jugabilidad
Si hay algo que podemos destacar de esta propuesta es la mezcla perfecta entre desafío y diversión que presenta su faceta jugable. Este título es, en resumidas cuentas, una cadena de mazmorras compuestas por puzzles. Así, a lo largo de sus 100 niveles descubriremos formas muy ingeniosas de resolver ciertos desafíos.
Como en otras propuestas de este género, la dificultad aumenta a medida que avanzamos. En los primeros niveles, nos encontraremos con retos sencillos que podremos superar sin estrujarnos mucho los sesos. No obstante, en las últimas mazmorras nos enfrentaremos a desafíos que nos harán utilizar todo nuestro ingenio.
Cada escenario, además, contará con varios elementos que complicarán nuestra visión. Desde enemigos hasta objetos indispensables pasando por trampas, puertas o palancas, casi todo lo presente en la mazmorra es interactivo. De hecho, si queremos avanzar sin problemas, os recomendamos no pasar nada por alto. Aún así, existen avisos que nos alertarán si dejamos atrás un objeto muy útil
Por último, en lo referente a la jugabilidad, hay un factor clave que determina la rapidez con la que intentaremos superar desafíos: tanto enemigos como trampas acabarán con nosotros con 1 golpe. Así, independientemente de si estamos ante un zombie o un ogro, estos acabarán con nuestras esperanzas al instante. Por ello, es indispensable analizar cada movimiento para no dar pasos en falso.
Un caramelo para los amantes del indie
En definitiva, como hemos detallado a lo largo del análisis, Dungeons of Dreadrock es un regalo para los que valoran las joyas ocultas de Nintendo Switch. Si bien no estamos ante un título que invita a la rejugabilidad, ya que no tiene mucho que ofrecer una vez lo terminas, sí te dará varias horas de diversión en las que todo dependerá de tu ingenio.
Con esta propuesta, Nintendo sigue demostrando su apoyo al terreno indie. La premisa de Minnameier, de 3 o 4 horas de duración (si eres muy hábil puede durar un poco menos), es una de las sensaciones del año en el mercado móvil. Y, como habéis leído en este análisis, Dungeons of Dreadrock también apunta a ser un juego muy querido por los usuarios de Nintendo Switch.
Como nota final, es importante destacar que el Mando Pro no es compatible con el título. Sin embargo, el propio desarrollador prometió que esto se solventará con un futuro parche aún sin fecha. Así, los jugadores tendrán aún más opciones, además de los Joy-Con y el control táctil, para disfrutar de esta propuesta.
Si os ha gustado el análisis de Dungeons of Dreadrock para Nintendo Switch, os recomendamos echar un vistazo al resto de análisis de juegos de la consola en La Lista.
Análisis de Dungeons of Dreadrock para Nintendo Switch
Dungeons of Dreadrock
- Divertido y lleno de toques de humor.
- Las mazmorras son desafiantes y entretenidas.
- Posibilidad de utilizar controles táctiles.
- Poca o nula rejugabilidad.