Análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch
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Análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch
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Análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch

Acompañamos a Riley en su regreso a Camena para desvelar su misterio en este análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch.

Algo tuvo que hacer bien el equipo de Night School Studio para crear la enorme legión de fans que logró construir con el primer Oxenfree y hacer que hasta Netflix los fichara para su división de videojuegos. El estudio indie sorprendió con una aventura gráfica conversacional que ahora ha querido madurar con una secuela que llevamos años esperando. ¿Ha logrado subir el listón? En nuestro análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch te lo contamos.

El misterio de Camena.

Oxenfree II: Lost Signals nos mete en la piel de Riley, una mujer que acepta un trabajo por el cual debe volver a la Isla Camena, lugar donde se crió, para colocar unos transmisores con los que intentar descubrir por qué están habiendo problemas con diferentes aparatos electrónicos.

Esa es la propuesta inicial, aunque el arranque deja claro que aquí hay gato encerrado, y tardarás mucho poco en descubrir que el problema es mucho más de lo que parecía a simple vista. Algo está haciendo que cada vez haya más sucesos paranormales en esta zona, con bucles temporales, apariciones y sorpresas que parecen girar en torno a El Linaje, una especie de secta que lleva décadas asentada en Camena y que, por un motivo u otro, parece guardar relación con la vecina Isla Edwards. En efecto, la del primer Oxenfree.

Un reparto de personajes sobre el que tú mandas.

No queremos entrar en detalles sobre la trama por varias razones. La primera es porque cada revelación que se pueda hacer es entrar en terreno de spoilers, y si por algo brilla especialmente Oxenfree 2 es por su trama, así que no os vamos a quitar el placer de descubrir cómo todo se va desenmarañando para saber más de Riley y de todas las personas que la “acompañan” o que la precedieron en estas islas.

La otra razón es que Oxenfree II, al igual que el primer juego, evoluciona según cada opción de diálogo que elijas. Tardas muy poco en conocer a Jacob, el único personaje que realmente te acompaña durante la aventura. Un auténtico charlatán que no deja de contarte cosas mientras vais de un lugar a otro explorando la isla y al que puedes odiar por lo cargante que resulta a veces. O adorarlo por cómo se va abriendo a ti a medida que avanza la historia.

Pero tú decides. Tú decides cuánto quieres que Jacob te cuente o cuánto o qué quieres contarle de ti, y lo mismo podemos decir del resto de personajes. El sistema de diálogos tan fluido del primer Oxenfree se ha heredado en esta segunda parte, con opciones que se asignan a cada botón a medida que las conversaciones fluyen mientras vas caminando, o en momentos clave. ¿Prefieres guardar silencio? También puedes hacerlo si no pulsas nada.

Eso hace que la historia se ramifique enormemente, porque toda elección afecta a las relaciones entre personajes y puede influir incluso en algunos momentos y decisiones más importantes. Pero la profundidad de Oxenfree II no se limita a eso, porque una de sus novedades es un walkie-talkie con el que puedes elegir diferentes canales y conocer a nuevos personajes, o ignorarlos si lo deseas.

Night School Studio te da ahí la libertad que desees para decidir cómo y con quién quieres interactuar. ¿Prefieres ir al grano y centrarte en cumplir tu misión? Vale, ve a poner los transmisores que te piden y ya está. ¿Quieres ayudar, conocer mejor a quienes contactan contigo? Perfecto, vas a tener muchas capas por explorar y cosas por descubrir. La aventura se amolda a ti y se abre o se cierra en base a tus decisiones. Tú marcas el ritmo.

Solo hemos notado un pequeño gran problema a nivel de argumento. Y es que, si no has jugado al primer Oxenfree, vas a perderte muchos detalles sobre la trama y, sobre todo, te va a ser mucho más difícil recibir el mismo impacto que quienes conocieran a Alex y compañía hace varios años. No es vital, pero sí muy recomendable haber vivido la aventura del primer juego para atar todos los cabos.

Suena de película, se ve de cuento.

Hay una fuerte influencia cinematográfica en este título, como ya la había en el primer juego. Sin embargo, con que hayáis echado un breve vistazo a cualquiera de las imágenes de este análisis de Oxenfree II, veréis que no apuesta en absoluto por el hiperrealismo. Todo transcurre en unos entornos que parecen ilustraciones de cuentos, con formas sencillas y una profundidad que, aunque muestre fondos bidimensionales, otorga una movilidad que va más allá.

La dirección artística es sublime y, aunque no podamos ver las caras de los personajes modelados en 3D, dada la distancia a la que siempre está la cámara, logra transmitir cada emoción sin problemas gracias a su doblaje. Merecen especial mención también los juegos de luces y de cámara de algunos momentos, son perfectos para atraparte por completo sin que ni siquiera te des cuenta. Una lástima que en algún que otro momento climático, hayamos notado fuertes caídas de rendimiento en Switch.

El doblaje es toda una sorpresa.

Siendo un juego en el que hablar es tan importante como las historias de quienes te cruzas, el trabajo de interpretación de los actores de doblaje no puede fallar, y Oxenfree II lo clava en ese aspecto. Todas las interpretaciones son soberbias y te hacen creer que realmente estás en Camena evitando que un capitán de barco pierda la cabeza, oyendo hablar sobre una tal Maggie Adler o de un submarino llamado USS Kanaloa.

Su único problema es que las voces solo están disponibles en inglés, y eso a veces puede llegar a entorpecer el ritmo de juego. No exageramos al decir que los diálogos son casi constantes, y lo que es peor, muy importantes. Esto te obliga a estar prestando atención constantemente a los subtítulos mientras estás llevando a cabo otras acciones, y a veces cuesta seguirlo todo. Si contara con la opción de jugar con voces en español, Oxenfree II sería verdaderamente redondo.

Un juego “de boquilla”.

Hasta ahora solo hemos hablado de hablar, precisamente, y no es porque nos hayamos olvidado de otros aspectos del juego, es porque Oxenfree II: Lost Signals basa su jugabilidad en las conversaciones y deja todas las mecánicas como si fueran complementos de ese pilar central.

Consultar el mapa, ojear las listas de coleccionables que encuentras por la isla, moverte y usar el walkie-talkie o sintonizar la radio que llevas son las pocas acciones que puedes llevar a cabo, si pasamos por alto los momentos de escalada. En ocasiones, introduce algunos puzles bastante buenos (por efectistas más que por difíciles) que juegan con el tiempo y otros elementos que no queremos destripar, mostrando que también sabe jugar con las reglas propias de los videojuegos. Pero esas ocasiones son tan limitadas que echamos en falta que hubiera más momentos así.

De hecho, la radio se convierte en una herramienta imprescindible más allá de para escuchar música o cotillear algunas emisoras. También hay que usarla en ocasiones para abrir puertas o resolver otros pequeños rompecabezas en momentos clave del juego. En un título en el que la comunicación lo es todo, tiene mucho sentido que hayan apostado por darle a este artilugio tanta relevancia.

Camena y Edwards te invitan a volver.

Quizá uno de los aspectos más sorprendentes de Oxenfree II: Lost Signals sea su duración. Puedes completar la historia en unas 3 – 4 horas de juego aproximadamente si te limitas a ir al grano con la trama principal. Sin embargo, a lo largo de la aventura surgen algunas ocasiones para explorar otros objetivos secundarios, además de los coleccionables que hay.

Antes hablábamos de la radio, y debemos volver a mencionarla porque, junto con el walkie-talkie y determinados personajes, puede abrirnos muchos más aspectos de la historia que se pueden ignorar por completo durante la primera partida. Sí, Oxenfree II es un juego que incita a volver y recomenzar ya no solo para probar nuevas reacciones u opciones de diálogo, también para descubrir y encontrar otros secretos que seguro que has pasado por alto la primera vez.

Una aventura que exige estar en sintonía.

Oxenfree II: Lost Signals es un juego de lo más accesible y con una premisa que sigue sorprendiendo. Se lo juega todo a la hora de hacer que las conversaciones sean las grandes protagonistas, sobre todo porque exige que estés en sintonía con lo que ofrece para disfrutarlo como se merece. Sus personajes están repletos de sorpresas y sus mecánicas pueden pecar de ofrecer poca variedad, pero, si conectas con su universo (cosa que es bastante fácil), Camena te atrapará irremediablemente.

Si te ha gustado el análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch, no olvides pasarte por el resto de análisis en La Lista.

Resumen del análisis de Oxenfree II: Lost Signals para Nintendo Switch

Oxenfree II: Lost Signals

80
Notable
Oxenfree II: Lost Signals es una aventura que atrapa al jugador y lo convierte en un pilar clave de una historia en la que cada conversación cuenta. Puede que flaquee en sus puzles y la cantidad de diálogos sea abrumadora para algunos, pero la profundidad de su reparto y de su argumento invita a rejugarlo en varias ocasiones para descubrir absolutamente todo lo que pasa en Camena.
Historia Valoración 5
Gráficos Valoración 3
Música y Sonido Valoración 4
Jugabilidad Valoración 3
Duración Valoración 4
Extras Valoración 2
  • La atmósfera de misterio es muy absorbente.
  • La historia esconde varios giros muy buenos e invita a rejugar gracias a su corta duración.
  • El doblaje es soberbio.
  • Su profundidad se amolda totalmente a tu forma de juego.
  • Pocos puzles y muy limitados en mecánicas.
  • Ligeros problemas de rendimiento.
  • Tener voces en castellano haría la experiencia redonda.
  • Jacob, o lo odias o lo adoras.
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editor de Nintendúo
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