Puede que ya os hayáis acostumbrado a que Monolith Soft se dedique a hacer juegos de Xenoblade y ayudar al resto de estudios de Nintendo en sus juegos más ambiciosos, pero antes de esto, el equipo (junto a Tri-Crescendo) trabajó en un título genial para GameCube llamado Baten Kaitos, y esta marca ha sido registrada recientemente en la Oficina de Propiedad Intelectual Europea por Bandai Namco.

El primero de los juegos de la saga, Baten Kaitos: Las Alas Eternas y El Océano Perdido, llegó a GameCube en el año 2004, convirtiéndose rápidamente en uno de los juegos favoritos por los fans de los RPG. Por otro lado, el siguiente juego fue una “precuela”, Baten Kaitos Origins, y solo se lanzó en Japón.

Según ha informado el usuario Yoonshik en el foro Resetera, los nombres de ambos juegos han sido registrados en Europa por Bandai Namco, concretamente el día 7 de mayo de 2021.

Si os estáis planteando si esto puede desencadenar el regreso de la saga, no vayáis tan rápido; muchos videojuegos del pasado son registrados periódicamente en diversos organismos a nivel mundial, como fue el caso de Eternal Darkness, otro de los título de GameCube que mejor recuerdo dejaron en los fans, pero que nunca tuvo remasterizaciones o secuelas.

Destacar que en 2018, Yasuyuki Honne, artista en Monolith Soft, compartió que Baten Kaitos 3 estuvo en desarrollo durante bastante tiempo, pero que finalmente fue cancelado, aunque les encantaría realizar esta tercera parte.

El estar tan centrados en la saga Xenoblade Chronicles, sumado a toda la ayuda que prestan al resto de estudios de Nintendo, parece que les deja poco tiempo para experimentar con otras licencias, así que solo nos queda esperar para ver qué tiene el estudio entre manos.

Baten Kaitos nos contó la historia de Kalas, un joven con una sola ala que quiere venganza contra el imperio por acabar con parte de su familia. Este RPG incorporó un novedoso sistema de combate utilizando cartas numeradas, pudiendo realizar combos no solo seleccionando el ataque que quisiéramos, si no también los números dibujados en las propias cartas.