Acuerdo histórico: Call Of Duty llega a Nintendo gracias a Microsoft
Microsoft se compromete gracias a un acuerdo histórico a llevar la saga Call of Duty a las consolas de Nintendo y que más gente pueda jugarlo.
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft está convirtiéndose en toda una odisea. Mientras algunas empresas apoyan esta unión, otras se muestran totalmente en contra, acusando a la multinacional de intentar crear un monopolio a base de talonario. Dentro de este cuadro, Nintendo se encontraba en tierra de nadie con una Switch que no solía recibir gran cantidad de juegos de Activision. Ahora, Microsoft ha confirmado que ha llegado a un acuerdo con Nintendo para llevar más juegos de Activision Blizzard a sus consolas, entre los que se encuentran el popular Call Of Duty.
Esta saga ha pasado de una forma u otra por todas las consolas de Nintendo. Incluso a Wii U llegó una versión de Call Of Duty: Black Ops II, siendo Nintendo Switch la única plataforma moderna, por el momento, que no ha dado la bienvenida a esta saga. Esto podría cambiar tras el anuncio que ha realizado Microsoft a través del jefe de Xbox, Phill Spencer:
Microsoft ha cerrado un acuerdo por 10 años para llevar Call Of Duty a Nintendo gracias a la adquisición de Activision Blizzard King. Microsoft se compromete a llevar más juegos al mayor número de gente posible, y que ellos elijan la forma en que quieren jugar.
Phill Spencer, jefe de Xbox.
Desde que Nintendo Switch llegó al mercado y Microsoft tomó una actitud más cercana con otras empresas, la japonesa ha recibido producciones de Xbox como Cuphead o la saga Ori, además de acuerdos impensables como volver a ver Banjo-Kazooie en una consola de Nintendo. La llegada de Call of Duty a Nintendo supone un paso más en esta bonita y conveniente relación con Microsoft; una que no hace mucha gracias a Playstation.
Call of Duty en Nintendo Switch estaría en desarrollo
Por supuesto, todo esto se hará realidad solo si se finaliza la adquisición de Activision por parte de Microsoft, algo a lo que todavía no se ha dado luz verde desde distintos organismos europeos.