Análisis – Voice of Cards: The Isle Dragon Roars (Nintendo Switch)
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars es un juego que sabe ser muy original en su presentación. Su apartado audiovisual reúne a lo mejor de Square Enix, aunque en lo jugable peca de conservador. Por eso, si lo que buscáis es una aventura corta que, si bien no os cambiará la vida, os entretendrá,…
Hace unos meses, supimos que Yoko Taro, el creador de Drakengard (y NieR, sus famosos spin-off) estaba cocinando en Square Enix algo distinto a lo que nos tenía acostumbrados. Se trataba de un juego de menor escala, que saldría solo en formato digital y sin conexión alguna con la serie que le había catapultado a la fama. Tiempo después, por absoluta sorpresa, conocimos Voice of Cards: The Isle Dragon Roars, el juego al que se refería y cuyo análisis hoy os traemos en su versión de Nintendo Switch.
¿Qué tal ha salido el experimento de hacer un juego de rol que solo usa cartas? ¿En qué se diferencia de los demás trabajos del creativo? Hoy venimos a desvelaros todos los secretos de la que podría ser una de las joyas ocultas del rol en el catálogo de la consola híbrida. Una aventura que, os adelantamos, es bastante conservadora, pero que sabe aprovechar su original presentación al máximo. Preparad bien vuestro mazo, ¡que comenzamos con el análisis!
Una partida de rol sin igual
Cuando antes os dijimos que en Voice of Cards todo estaba hecho con cartas, no os mentíamos. Desde los personajes, hasta los cuadros de diálogo, pasando por el propio mundo en el que nos movemos. Todo, absolutamente todo, se nos cuenta a través de un mazo infinito, tan solo acompañado de algún que otro elemento propio de las partidas de rol (como unos dados, por ejemplo). Solo será a través de estas cartas y la voz de un omnipresente narrador (al que podríamos considerar el maestro del juego, el GM) que nos guiaremos a través de la historia que se nos cuenta.
Pero… ¿De qué va exactamente Voice of Cards? Esta aventura (de corte bastante clásico) comenzará poniéndonos en la piel de la Orden Blanca. Un grupo de honorables aventureros legendarios que acuden a la llamada de la princesa debido a un acontecimiento fatídico. Un terrible dragón ha despertado, y el reino corre peligro. Sin embargo, nuestro papel no será el de encarnar a la Orden Blanca en su periplo, no.
Nuestro verdadero rol será el de un cazarrecompensas bastante descarado (al que podremos poner nombre), que se enterará de lo del dragón por cosa del destino. Y claro, eso le sonará a un buen botín que llevarse a la saca. Por ello, decidirá apuntarse a la aventura junto a una fiel bestia y una adorable maga. Con esa premisa, la aventura estará servida.
En líneas generales, la historia es bastante clásica. Aunque divertida y carismática, no alcanza los niveles de otros trabajos del director. En total, para pasarnos el juego solo tardaremos unas 15 horas, algo en parte razonable, debido a la pequeña escala del título. El tiempo justo para que no se nos haga todo demasiado reiterativo.
A la caza del dragón
Si hablamos de su jugabilidad, lo cierto es que Voice of Cards se sustenta en lo clásico. Si bien la idea tras su ejecución es muy original, no se llega a aprovechar que estemos jugando “con cartas”. Al menos, no más allá de lo estético. Y es que en los combates no nos podremos construir un mazo a nuestra conveniencia. En su lugar, experimentaremos batallas por turnos corrientes y molientes, como las de otros juegos de rol japoneses.
Sin embargo, no todo serán batallas. El factor de exploración estará muy presente, con encuentros aleatorios y tesoros a encontrar a medida que avancemos por la trama. Nos moveremos por el mundo del juego a través de un mosaico de cartas, casilla a casilla. Porque, os recordamos, todo en este mundo está hecho con cartas. Al fin y al cabo, se supone que estamos jugando a una partida de rol.
Si tenéis en vuestro poder una Nintendo Switch (modelo OLED), el juego lucirá de escándalo. Es uno de los títulos que mejor uso hacen de la pantalla, con un acabado para las cartas que resulta impresionante.
Cambiando de tema al apartado audiovisual, no podemos hacer más que alabarlo. Los diseños de las cartas, obra del magnífico Kimihiko Fujisaka, son fenomenales. Lo mismo que la música, elaborada en su mayoría por los pupilos de Keiichi Okabe, que ha servido de supervisor, a la vez que ha compuesto algún que otro tema. Todo esto no hace más que contribuir a una presentación de sobresaliente en todos los aspectos.
En cuanto al rendimiento, como era de esperar por las características del juego, no hemos experimentado ni el más mínimo percance. Encima, una gran ventaja de la versión de Nintendo Switch es que es completamente compatible con la pantalla táctil. Podemos pasarnos el juego sin usar los Joy-Con, lo que hace de la experiencia una mucho más inmersiva. La verdad, todo está bastante bien pensado.
La carta de amor de Yoko Taro
Tras nuestro análisis de Voice of Cards: The Isle Dragon Roars para Nintendo Switch, tenemos una idea bastante clara. El juego, ante todo, se trata de un tributo a las aventuras clásicas a las que Yoko Taro rinde culto y que, curiosamente, son marca de la casa de la propia Square Enix, mira tú por dónde. Juegos como los primeros Dragon Quest, o los Final Fantasy originales, se me vinieron a la cabeza múltiples veces mientras disfrutaba de esta aventura. Que, además, supone una (válgame la redundancia) carta de amor a los juegos de rol que se sustentan en el uso de cartas.
Sin lugar a dudas, Voice of Cards es un experimento que merece la pena probar, sobre todo si sois seguidores de la obra de uno de los creativos más originales del panorama japonés contemporáneo. Su estilo tan vistoso, el gran trabajo de su narrador (tanto en japonés como en inglés) y el hecho de que el juego venga en un perfecto castellano solo son un puñado más de razones para hacernos determinar que estamos ante un buen título.
Por ese motivo, si queréis vivir un pequeño cuento de hadas sin mayores pretensiones que probar algo original que rinde tributo a los clásicos, Voice of Cards es para vosotros. Un brillante aperitivo pensado para los fans del rol más insaciables.
Si os ha gustado el análisis de Voice of Cards: The Isle Dragon Roars para Nintendo Switch, os recordamos que podéis ver el top completo de la consola en La Lista.
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars
- Apartado audiovisual exquisito.
- Una presentación sumamente original.
- La forma de contar la historia con el narrador.
- Muy conservador en lo jugable.
- No aprovecha tanto el ser “un juego de cartas”.
- Puede pecar de reiterativo a pesar de ser corto.