Monolith Soft probablemente sea uno de los estudios más queridos por gran parte de la comunidad jugona. Y no solo por su estrecha colaboración con Nintendo. Los creadores de la afamada saga Xenoblade siempre han logrado plasmar un gran valor artístico y jugable a todos los trabajos en los que han participado y ello se ha ido traduciendo, con el paso de los años, en una progresiva expansión que no parece tener techo.

Monolith Soft: un éxito anunciado

Como muchos recordaréis, a finales de abril de este mismo año la desarrolladora nipona anunciaba una gran expansión de personal en su estudio de Kioto. Algo que se traducía en decenas de vacantes libres con ofertas de empleo que incluso llegaban a hacer referencia directa a The Legend of Zelda. Todo esto, y era algo que venimos corroborando año tras año, se ha visto traducido en unas ganancias de 1.171 mil millones de yenes durante el pasado año fiscal, período que finalizó en marzo de 2021.

Si analizamos los datos, no solo descubrimos que se trata de un aumento del 138,2 % con respecto al pasado año, sino que además nos encontramos ante la cifra más alta alcanzada por la compañía desde su nacimiento. Algo que queda más que patente si tenemos en cuenta que durante 2020 lograron generar 491 millones de yenes de beneficios. Y como dicen que una imagen vale más que mil palabras, el gráfico que compartimos con todos vosotros a pie de párrafo resulta realmente esclarecedor.

Hay quien apunta a que el lanzamiento de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition en Nintendo Switch, así como la llegada de Pyra y Mythra a Super Smash Bros. Ultimate son los principales responsables de tan meteórico ascenso. No obstante, conviene recordar que Monolith Soft es mucho más que Xenoblade Chronicles. No en vano, la compañía nipona ha participado en títulos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, y su secuela, Splatoon 2, Animal Crossing: New Horizons o el recientemente comentado Baten Kaitos.