El Señor de los Anillos y Super Nintendo: historia de un desastre
Hoy os contamos la horripilante historia del juego de El Señor de los Anillos para Super Nintendo, una adaptación digna de pesadillas.
La popularidad y el impacto de El Señor de los Anillos es tal que incluso SNES, sistema de Nintendo con varias décadas a sus espaldas, tuvo su lugar en la historia del fenómeno de Tolkien. Por desgracia, como la industria actual poco o nada tiene que ver con la de aquellos años, el resultado de esta alianza fue un capítulo negro tanto para la licencia como para la consola.
Así, aunque en su momento fue un ambicioso título de rol con muchos toques de aventura, los numerosos cambios y las malas decisiones durante el desarrollo provocaron que el resultado final distase mucho de la idea original. Y eso, en un mercado tan competitivo como el de los años 90, significó que el juego nació con su tumba ya cavada.
Desde cambios flagrantes en la historia hasta limitaciones jugables incomprensibles, todo tipo de error tiene cabida en esta propuesta. Y, por ello, J. R. R. Tolkien’s The Lord of the Rings Volume 1, El Señor de los Anillos para SNES ha conseguido el dudoso honor de pasar a la historia como uno de los peores juegos del catálogo de Super Nintendo. Situación que, en una época llena de títulos «ensayo y error», es extremadamente meritoria.
El papelón de la desarrolladora
En el año 1994, fecha en la que el título vio la luz, el mundo ya había alucinado con propuestas como Super Mario World o The Legend of Zelda: A Link to the Past. Ello, sumado a la enorme popularidad de El Señor de los Anillos —aún mayor una década después con la trilogía de películas—, provocó que la industria estuviese muy atenta a la adaptación de la popular licencia. Por desgracia, Interplay (autora de un título de Super Mario), la desarrolladora, no estuvo a la altura.
Aunque más tarde firmaría obras del calibre de Carmageddon o los dos primeros Fallout —antes de vender la licencia a Bethesda Softworks—, por aquel entonces la compañía californiana era una novata en el sector. Por ello, la adaptación de El Señor de los Anillos fue una de sus primeras toma de contacto con el mismo, situación que se pudo comprobar al ponerse a los mandos de la propuesta.
Esta distaba mucho de otros productos lanzados aquellos años. Ejemplos como F-Zero, Super Metroid o el primer Star Fox demostraron las capacidades de un sistema llamado a hacer historia. Sin embargo, Interplay no consiguió exprimir las capacidades del «Cerebro de la Bestia» —nombre con el que se conoció a SNES— y firmó una experiencia que dejó mucho que desear.
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Ni El señor de los Anillos, ni SNES
Pensada en un inicio para NES, la predecesora de Super Nintendo, el equipo decidió esperar para adaptar su trabajo a los 16 bits. A la postre, esto pude notarse en aspectos tan cruciales como el movimiento ya que, aunque existiera el control hacia 8 direcciones diferentes, únicamente podías desplazarte hacia 4.
Esto provocó que, por ejemplo, las fases de combate fueran tan estáticas como aburridas. Pese a que el título contaba con batallas de acción en tiempo real, esta limitación a la hora de desplazarse jugó muy en contra de la experiencia general. Además, en las situaciones de exploración, esta era tosca, torpe y limitada, algo provocado por la herencia de los controles de NES. Por desgracia, esta no fue lo más flagrante de la obra.
Pocos autores provocan más devoción que J. R. R. Tolkien. El escritor británico, capaz de influir a gran parte de la literatura fantástica moderna, ofreció su visión de La Tierra Media a través de El Señor de los Anillos. Por ello, los seguidores de su licencia veneran sus textos y, a su vez, son muy críticos con las adaptaciones de este, y si no, que se lo digan a los responsables de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder.
Así, aspectos como la dejadez de Boromir, la torpeza de Légolas —en el título, nos topamos con él después de haber perdido su arco— o la escasa importancia de un Gandalf que ni siquiera se une a la Comunidad provocaron un enfado mayúsculo en los usuarios. Y esto, en su conjunto, creó tal animadversión hacia el juego que no existen opiniones positivas sobre él.
Por limitaciones técnicas, es imposible esperar que La Tierra Media luzca igual en la adaptación que en lo descrito en los libros. Y aun así, había pequeños destellos de calidad e ingenio en esta propuesta. Se atrevió con la posibilidad de ofrecer partidas cooperativas con hasta 8 jugadores e incluso experimentó con la rotoscopia para las animaciones de algunos personajes y enemigos. No obstante, lo desdibujados que están todos los personajes —con conversaciones ilógicas y poca fidelidad al relato— no tiene excusa de ningún tipo.
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Los caminos de El Señor de los Anillos, SNES e Interplay mejoraron al separarse
Por desgracia, la tortura de los seguidores de la franquicia no acabó en este título. Interplay, que deseó adaptar toda la obra, firmó una segunda parte aún peor que la primera, aunque esta ya abandonó a Nintendo. Ni las críticas ni las ventas acompañaron a la última aventura que unió a estos tres actores. Sin embargo, hay que recalcar que el destino les premió por separado.
El Señor de los Anillos recibiría años más tarde una excelsa trilogía de películas y varios títulos muy recordados. Las adaptaciones de Las Dos Torres y El Retorno del Rey, firmadas por Electronic Arts y lanzadas en Gamecube y Game Boy Advance, enamoraron a los seguidores de la obra. Además, también contó con otros muchos títulos que recibieron valoraciones positivas.
Por su parte, SNES continuó con su catálogo de ensueño. Aunque sufrió algún que otro revés similar al del juego de Interplay, recibió varios de los mejores juegos de la historia. A día de hoy, pocas consolas pueden presumir de tener en su catálogo experiencias como Chrono Trigger o Final Fantasy VI —junto a los otros ejemplos mencionados antes—.
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Y, por desgracia, la peor parte se la llevó Interplay. Aunque en los años venideros firmó varios títulos notables de rol para PC, la compañía pasó por varios momentos delicados. Su gestión fue tan mala que ni siquiera experiencias como Alone in the Dark o Baldur’s Gate, dos estandartes de su género, pudieron ayudar a evitar su desastroso final. Hoy, por desgracia, sobrevive con secuelas de sus viejas glorias o juegos NFT.
Y tú, ¿recuerdas haber jugado el juego de El Señor de los Anillos para SNES? ¿Qué recuerdo tienes de él? Os leemos en los comentarios.