Este clon ruso de la primera consola portátil de Nintendo fue un desconocido exitazo
La legendaria Game & Watch, primera consola portátil de Nintendo, tuvo una copia en Rusia que marcó a toda una generación de jugadores.
Antes de que Game Boy hiciera historia, Nintendo ya entró en el mercado de las portátiles con Game & Watch. La locura de Gunpei Yokoi demostró que era posible disfrutar de videojuegos, por pequeños que fueran, en aparatos de bolsillo. Lo que Yoki seguramente no esperaba era que esta consola, la primera portátil de Nintendo, acabaría teniendo un clon ruso que sería la sensación de todo un país.
Años 80, el mercado de las calculadoras digitales en plena carrera por despuntar y los principales fabricantes peleando por abrirse hueco. Mientras Nintendo ya había abierto la veda con la gama Game & Watch, en la antigua URSS, Elektronika decidió aprovechar la gran cantidad de materiales que había de calculadoras, y el simple diseño de la G&W, para hacer su propia consola portátil.
Así llegaron las primeras Game & Watch rusas, o soviéticas, las Elektronika Igra Na Ekrane (Juego En Pantalla). Dispositivos con un procesador hecho en territorio soviético, que era un calco del procesador Sharp usado en las portátiles de Nintendo, una pantalla central y entre 4 y 6 botones para jugar, además de con un reloj integrado.
La compañía se dedicó a copiar la fórmula de juego de las Game & Watch y adaptarlas a su territorio. El mejor ejemplo de esto es el caso de la G&W EG-26, en la que el jugador manejaba a un lobo que tenía que coger unos huevos. Elektronika decidió aprovechar la ocasión para lkanzar la Elektronika IM-02, una adaptación que cambiaba a ese lobo por el que aparecía en una popular serie de animación de la región por aquella época, Nu, Pogodi!.
La jugada fue perfecta, ya que se vendieron millones en la Unión Soviética por aquel entonces. Además, el fenómeno se disparó con los rumores de que, al alcanzar los 1000 puntos, la IM-02 felicitaría al jugador mostrando por pantalla un capítulo completo de Nu, Pogodi!. Algo totalmente imposible, pero que no hizo más que acrecentar su fama.
Este clon ruso de la primera consola portátil de Nintendo, o más bien clon soviético, marcó a toda una generación de jugadores. Elektronika siguió lanzando consolas, como la VideoSport-3 en 1991 con un Pong para TV, o la IM-15 con un juego de fútbol. Pero no aguantó mucho más tiempo en el mundo del videojuego.