Riot Games anuncia el despido de un 11% de su plantilla, poniendo fin a la iniciativa Riot Forge y centrándose en sus juegos más fuertes.
Enero de 2024 todavía no ha terminado y ya se ha despedido a un tercio de los trabajadores de videojuegos que se despidieron en los 12 meses de 2023. Riot Games acaba de anunciar una reestructuración que parte del despido de 530 empleados y el cierre de Riot Forge.
La compañía ha emitido un comunicado en el que afirma que “esta decisión es crítica para el futuro de Riot” y que “no es para satisfacer a los inversores o para alcanzar una cifra de ingresos trimestral, es una necesidad“. Un 11% de los empleados de Riot Games acaba de perder su puesto de empleo tras recibir este e-mail.
Por esto, han decidido centrarse en el núcleo de su negocio con juegos como League of Legends o Valorant y, entre otras cosas, ponen fin a las colaboraciones bajo el sello Riot Forge. Una vez salga a la venta Bandle Tale: A League of Legends Story, juego exclusivo de Switch en consolas, dejarán de llegar spinoffs que exploren Runeterra. “Estamos orgullosos de lo que hemos conseguido juntos para dar vida a estas historias, pero es hora de reenfocar nuestros esfuerzos en los ambiciosos proyectos que están gestándose en Riot”, concluyen.
Veremos cómo se desarrollan dichos proyectos, entre los que se encuentra Project L, el nuevo y ambicioso juego de lucha de League of Legends. El año acaba de comenzar, y apunta a ser aún más demoledor para la industria del videojuego.
