Las 9 peores cosas que le han pasado a Super Mario jamás
Bebés abandonados, fiestas con resacas cósmicas y hasta desahucios. A Mario le han pasado muchas cosas, y aquí repasamos las peores.
El personaje más famoso de Nintendo, sin lugar a dudas, es Super Mario. El fontanero del peto vaquero ha protagonizado infinidad de aventuras en sus casi 40 años de vida, pero también ha vivido episodios traumáticos y tristes. Aquí vamos a ver la otra cara de la moneda, vamos a repasar las peores cosas que le han pasado a Super Mario jamás.
- 👶 Cuando fue abandonado al poco de nacer
- 😴 Cuando tuvo una pesadilla en la que plagiaba un juego
- 👻 Cuando fue a ver la casa de su hermano y lo encerraron en un cuadro
- 🏰 Cuando su princesa estaba en otro castillo, una y otra vez
- 🚀 Cuando fue a una fiesta y acabó en el espacio
- 😢 Cuando sufrió un desahucio en su propio castillo
- 💔 Cuando le dieron calabazas
- 🌊 Cuando fue de vacaciones y acabó en la cárcel
- 🍄 Cuando tiene que comer Champiñones
Cuando fue abandonado al poco de nacer
¿Alguna vez habéis oído eso de que a los niños los trae la cigüeña? Mario puede dar fe de ello, y también de que el viaje puede salir muy mal. Nuestro fontanero ya empezó a pasarlo más desde que era bebé, ya que fue abandonado al poco de nacer en Super Mario World 2: Yoshi’s Island.
La culpa la tuvo Kamek, que quiso frenarlos a él y a su hermano para proteger a Bowser cuando era bebé. Menos mal que Mario cayó justo en el lomo de un Yoshi que estaba a sus cosas, porque pasó de estar a punto de morir a comenzar una bonita amistad.
Cuando tuvo una pesadilla en la que plagiaba un juego
Todos hemos tenido malos sueños alguna vez, pero seguro que en ninguno de ellos hemos soñado que estábamos en un mundo con máscaras que nos perseguían, dinosaurios que tiran huevos por la boca, ratones que se creen Bomberman y sapos con mala leche. Sí, todo eso forma parte de una pesadilla de Super Mario.
De hecho, la pesadilla se llama Super Mario Bros 2 y, además de ser una de las peores cosas que le ha pasado a Mario, también fue un plagio del videojuego japonés Doki Doki Panic. Una solución ideada por Nintendo para que el primer Super Mario Bros tuviera una secuela en Occidente sin tener que sufrir el Super Mario más difícil de la historia. Por suerte, Mario no se apellida Resines y, gracias a este juego, conocimos a leyendas como Birdo.
Cuando fue a ver la casa de su hermano y lo encerraron en un cuadro
Qué suerte tuvo el bueno de Luigi, que ganó una mansión para él solo. Y qué mala suerte tuvo su hermano cuando fue a visitarla. Una de las cosas más malas que le pasaron a Mario fue acabar capturado por el Rey Boo, que lo encerró en un cuadro en el primer Luigi’s Mansion de GameCube.
La primera aventura (canon) en solitario de Luigi, cuya secuela aterriza pronto en HD en Nintendo Switch, sacó el lado más menino de Super Mario e hizo que el fontanero de verde tuviera que enfrentarse a sus miedos, convirtiéndose en la versión nintendera y asustona de los Cazafantasmas. Seguro que, mientras tanto, el bueno de Mario se preguntaba si era guapa.
Cuando su princesa estaba en otro castillo, una y otra vez
No hay nada más frustrante que sortear trampas mortíferas, esquivar bolas de fuego, recorrer laberintos, esquivar martillos voladores y tirar a una tortuga mutante a la lava tras cortar un puente con un hacha… para descubrir que en realidad la princesa a la que ibas a rescatar era un Toad.
Mario ha tenido que vivir eso miles de veces, porque Peach casi siempre estaba en otro castillo. Tras haber cruzado el gélido glacial, el ardiente desierto y haber escalado hasta lo más alto de la más alta torre, se encontraba con un lacayo en lugar de con su amor. Al menos, el fontanero no se encontró con un lobo de género confuso que le dijo que la princesa se había casado. Aunque ya hablaremos de bodas.
Cuando fue a una fiesta y acabó en el espacio
Un día te invitan a una fiesta en un castillo y, de repente, un brujo te lanza un hechizo con el que acabas perdido en mitad del espacio. No es que Mario comiera alguna seta con efectos extraños, es que eso es exactamente lo que pasa al comienzo de una de sus mejores aventuras: Super Mario Galaxy.
Cuando el fontanero recibió la invitación de Peach de acudir a su Castillo para ver el Festival de las Estrellas, jamás habría imaginado lo que iba a pasar. Bowser se planta para chafar la noche, se lleva el castillo con sus aeronaves y, cuando el fontanero intenta detenerlos, Kamek lo manda a ver las estrellas (literalmente). Al final del viaje, no acabó cayendo en Malasaña, sino cerca de Estela.
Cuando sufrió un desahucio en su propio castillo
Aunque no lo parezca, Mario consiguió algo que ninguno de nosotros conseguirá jamás: ser propietario de una vivienda. En Super Mario Land 2, nuestro héroe bigotudo consiguió tener su propia isla, Mario Land, e incluso un flamante castillo del que presumir. Pero el sueño se desvaneció rápido: llegó Wario.
Este título, que lo tenéis gratis en Switch Online, nos presentó a la némesis del fontanero. Wario apareció para robarle el castillo a Mario y, por si no era suficiente con eso, para enseñarle lo feo que podría llegar a ser si se pasara comiendo ajos. Al final, tras el desahucio, Mario tuvo que recoger 6 monedas de oro para recuperar su castillo. ¿Pagando? No. Machacando a Wario.
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Cuando le dieron calabazas
Bowser casi logró derrotar a Mario en Super Mario Odyssey, pero el fontanero supo reponerse para rescatar a la Princesa Peach y detener una boda. Aunque se tuvo que plantar en la misma Luna para conseguir, y al final, las cosas no salieron tal y como nuestro protagonista esperaba.
Porque, tras derrotar por millonésima vez al rey de los Koopa, Mario y Bowser le pidieron la mano a Peach. ¿Y qué pasó? Que la monarca del Reino Champiñón les dio calabazas a ambos y decidió hacer lo que siempre había querido: pegarse un año sabático recorriendo Reinos y viendo mundo. Dilo alto, reina.
Cuando fue de vacaciones y acabó en la cárcel
Pocas veces vemos a Mario tomarse unas vacaciones. O está ayudando a gusanos a consumir flores dudosas, o está jugando al fútbol a tortas o acaba recorriendo galaxias. Para colmo, una vez que logra desconectar de todo y cogerse unos días, el fontanero acaba en la cárcel en cuanto se baja del avión para comenzar sus vacaciones.
No es que protagonizara el especial Isla Delfino de Control de Fronteras. Es que su clon maligno se dedicó a pintarrajear y ensuciar la ciudad de esta isla y las autoridades lo confundieron con él. Por suerte, contó con la ayuda del ACUAC para realizar sus trabajos forzados en Super Mario Sunshine. Y nosotros tuvimos que sufrir el nivel de la pachinko.
Cuando tiene que comer Champiñones
Puede que esto sea lo peor que le ha pasado a Super Mario jamás. ¿Imagináis a Super Man teniendo que comer kriptonita para tener sus poderes? Pues algo parecido le pasa a Super Mario. Tal y como pudimos descubrir en Super Mario Bros La Película, Mario odia los Champiñones. Tanto es así, que hasta prefiere no comer si se los echan a su plato de espaguetis (aunque Luigi no le hace ascos).
Un tanto irónico porque, para ser Super Mario, el fontanero tiene que comerse un Super Champiñón. Cada aventura, cada juego, cada vez que hacemos que crezca para ser Super, el pobre Mario tiene que enfrentarse al alimento que super-odia. Servidor ha intentado hacer lo mismo con las acelgas, pero esas no hacen Super a nadie. Comprobado.
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¿Recordáis alguna otra experiencia traumática que haya vivido Mario en alguno de sus juegos o sus películas? Se nos ocurre también cierta película live-action que muchos querrían olvidar, pero seguro que hay otras más historias.